JEREZ 0: Castilla; Zamorano, Tian (Raúl Pichardo, M. 70), Marcos Suárez; David, Ricardo, Iraola; Saúl, Izquierdo (Juanito, M. 46), José Mari e Iván (Alfonso, M. 46).

CACEREÑO 2: Félix Campo; Pedro García, Guy, Luisma, Cordón; Cantos; Bauti (Jorge García, M. 46), Enrique, Cobos (Tariq, M. 61), Juanma Cruz y Nacho (Cerveró, M. 76).

GOLES: 0-1 M. 24: Enrique. 0-2 M. 84: Tariq.

ARBITRO: Illana Fuentes (Comité Andaluz). Estuvo realmente mal. Desastrosa su labor (0). Amonestó a Luisma (36´), Iván (39´), Félix Campo (39´), Marcos Suárez (42´), Cobos (54´), Jose Mari (63´), Nacho (66´), Tian (67´) y Ricardo (77´).

INCIDENCIAS: Tarde soleada, que al avanzar se hizo fría, y presencia de seguidores cacereños en las gradas. Ismael Díaz siguió el partido desde una desierta preferencia.

Como buena máxima de un manual balompédico que se precie, el fútbol fue tan cruel ayer con la negación del Jerez ante la meta contraria, actuaciones arbitrales al margen, como generoso con la efectividad demoledora de un líder cada vez más sólido como el Cacereño. Aquello de la suerte del campeón , aunque con matices, volvió a tener vigencia sobre el maltrecho césped de la Ciudad Deportiva Manuel Calzado. Y es que no sería de justicia restar un apice de mérito al instinto asesino de un matador como Enrique, que casi se bastó para dotar de gol al derbi, y al aporte de sus compañeros en una buena lectura de choque.

Pero el Jerez, sobre todo tras el descanso, hizo méritos más que suficientes para haber neutralizado la ventaja cacereña y hasta el lamentable arbitraje del andaluz Illana Fuentes, al que se le reclamaron hasta cuatro penaltis en el área cacereña y un par de ellos con entidad para serlos.

Y justo ahí estuvo la diferencia. Cuando un equipo está arriba y anda enrachado, este Cacereño cada día es más equipo en base a su potencial balompédico pero también a una autoestima que empieza a ser de hierro, le entra todo y haciendo lo justo gana. Cuando, por el contrario, un bloque está negado cara al gol, el cuero termina tropezando en el meta y, superado éste, pega en la madera o lo saca un contrario bajo palos.

DEL INTERCAMBIO DE GOLPES AL GOL

Los dos equipos evidenciaron en el arranque conocerse a la perfección. Adelantaron sus defensas para destapar el partido en una franja estrecha del terreno de juego y comenzaron a cruzar sus guantes esperando que el otro moviese ficha.

Ismael Díaz abrió las alas de su Cacereño y obligó al Jerez a defender con cinco atrás, cerrando las salidas y logrando superioridad en mediocampo. Nacho Garrido intentó sorprender a Castilla (m. 10) antes de que Marcos Suárez cabecease alto un saque de esquina (m. 23). Fueron los prolegómenos al gol inaugural. Un balón metido por Cantos en profundidad y Enrique que se cuela entre los centrales, para presentarse ante Castilla y cruzar imparable. Qué plástico, qué bello, qué efectivo.

Reaccionó el Jerez a impulsos y antes del descanso reclamó dos penas máximas en área cacereña. Sendos agarrones de Félix Campo sobre Iván (m. 39 y 44), los dos con apariencia de falta máxima. A todo esto Enrique seguía a lo suyo y en el minuto 43 perdonó el 0-2. Cobos, mientras Tián reclamaba falta, pone un centro privilegiado para el goleador que no acierta.

Tras el descanso el Jerez salió decididamente en busca del partido. Pero Iván, que a resultas del último encontronazo con Félix Campo había tenido que ser trasladado en ambulancia a Badajoz, ya no estaba en el campo y los verdinegros, hoy por hoy, dependen de su olfato. Saúl salva la salida de Félix Campo y Pedro García saca bajo palos (m. 47), Juanito lleva el balón a la red pero se anula el tanto por fuera de juego (m. 51), se reclama otro penalti por manos de Cantos abrazando el balón dentro del área (m. 60), Pichardo lanza por encima del larguero tras un saque de falta de Jose Mari (m. 72)... El Jerez está volcado ante la meta del Cacereño pero no encuentra recompensa. En el minuto 81 la evidencia de que los de Vázquez Bermejo no iban a marcar ni aunque estuviesen jugando un mes. José Mari fusila a Félix Campo pero el meta realiza un paradón. La jugada deriva en una falta que saca Pichardo y Jose Mari de nuevo lleva el balón a la madera.

LA SENTENCIA A LA CONTRA

Y ya saben como acaban estas cosas, cuando más volcado está un equipo intentando igualar llega la contra del rival para sentenciar. Pero hay que recrearse de nuevo en la jugada de Enrique que se fabricó el gol en una lustrosa progresión. Eso sí, cuando por el efecto de la inercia metió a los dos rivales que intentaban neutralizar su acción dentro de la portería, cedió el balón a Tariq para que a puerta vacía hiciese el segundo.

No se resignó el Jerez y peleó contra la adversidad hasta que el nefasto Illana Fuentes pitó el final del encuentro. Pero eso, a efectos de inventario, sirve de bien poco. Goles son amores, que no...