Luis Figo, centrocampista portugués del Real Madrid, analizó ayer la situación que atraviesa tras dos suplencias consecutivas, mandó mensajes a todos los estamentos de club y a los medios de comunicación y afirmó que se siente "el malo de la película".

Figo había elegido el día para hablar. Lo había solicitado a inicios de semana. Quería transmitir un mensaje y llenar de dardos la actualidad madridista. La expectación se palpaba en la sala de prensa de La Ciudad del Fútbol. Se había doblado la presencia de medios de comunicación.

El portugués llegó sonriente, mezclando ironía y nerviosismo, con las ideas claras en su cabeza y protagonizó una amplia rueda de prensa con momentos tensos y otros de confesión. "No he pedido explicaciones cuando he jugado ni lo hago ahora. Es diferente comunicar a dar explicaciones y sólo creo que me merezco saber si voy a jugar o no y no enterarme por la prensa. Es lo mínimo que pido. Pero no busco polémicas con nadie, no juego y respeto a los que lo hacen", dijo.

Dio vueltas sobre su primera suplencia. Más que el dolor que sintió por verse en el banquillo en un clásico ante el Barcelona, confesó que le dolieron las formas, enterarse por la prensa. "Soy profesional del fútbol, hago mi trabajo, entreno bien y el entrenador decide quién juega. Soy humilde para respetar las decisiones, no crear problemas y lo que me decepcionó fue la forma. No tengo que pedir explicaciones pero no me puedo enterar por la prensa. No ha estado muy sensible en ese aspecto", añadió.

SIN DIALOGO Ante la ausencia de conversaciones con su entrenador, el jugador desconoce las razones de su suplencia. "No sé por qué me han quitado. Supongo que será por no hacerlo bien".

Desde la pretemporada la renovación de Figo interesa. Ahora, a un mes de que acabe la temporada pero a falta de más de un año para la conclusión de su contrato (30 junio de 2006), vuelve a sugerir al club que hable públicamente, como ya hizo en Navidad sin respuesta. "No doy por perdida ni ganada la renovación. Soy profesional y quiero cumplir mi contrato. Tampoco he dicho que quería renovar".

Lo que sí dejó con rotundidad clara fue su relación con el presidente, Florentino Pérez. "Nuestra buena relación no ha cambiado, pero eso no me garantiza jugar". Y aunque dijo que por ética no ha hablado con ningún club, si decide irse el primero en saberlo será el presidente.

Figo guardaba ataques contra medios de comunicación. "Ahora no vale la pena hablar porque el mal está hecho. El malo de la película soy yo. Hay campañas contra mí en un periódico desde el partido contra la Juve que ha podido cambiar la decisión de muchos. Mi futuro lo decido yo, quiero ser útil y desde que el club decida que no lo soy, no pinto nada aquí", dijo.