Más de 200 personas esperaban en la puerta del hotel AC de Badajoz la llegada del Atlético de Madrid. El más aclamado, por supuesto, Fernando Torres. El Niño es una de las grandes atracciones en el revivido Torneo Ibérico que se disputa esta noche (20.00 horas, Telemadrid) entre el equipo rojiblanco y el Sporting de Lisboa. El Nuevo Vivero acogerá su primer edición de este tradicional trofeo, ya que han pasado 19 años desde que el viejo estadio vivió su último encuentro.

La imagen de ayer en el hotel expresa la expectación que ha levantado el acontecimiento en la capital pacense y en otros puntos de Extremadura. El Badajoz, organizador de un partido que decidió recuperar para darle más brillo a su centenario, informó en la tarde de ayer que se llevan vendidas 5.200 entradas. Será una de las mejores entradas del estadio desde su construcción. Además de la enorme afición que tiene el Atlético en la región se espera que muchos portugueses se acerquen desde la zona fronteriza para ver a uno de los equipos punteros del país.

DESBORDADOS El cordón de seguridad no pudo resistir la avalancha de seguidores que buscaban una firma de sus ídolos. Y es que el conjunto de Carlos Bianchi --que ha cobrado por adelantado-- no se ha dejado en Madrid a ninguna de sus figuras, como ocurrió en el polémico amistoso de Elche. La alineación que más ha repetido esta pretemporada ha sido la formada por Leo Franco; Velasco, Perea, Pablo, Antonio López; Luccin, Gabi; Petrov, Maxi; Kezman y Fernando Torres. Otro aliciente es la presencia del portero suplente Cuéllar, el último en la larga lista de extremeños que ha tenido el club en su historia (Adelardo, Eusebio, Manolo, Sergio Morgado, Marina...). De hecho, el jefe de expedición, el vicepresidente Miguel Pérez, también procede de la región.

En el Sporting de Lisboa no estarán ni su portero internacional Ricardo ni el exbarcelonista Fabio Rochemback, pero sí otras figuras del fútbol luso como el defensa Miguel o el exrealista Sá Pinto.

Hay más de 30 medios acreditados --unos 70 periodistas en total--, lo que incluso está ocasionando problemas logísticos a la entidad albinegra.

TRISTEZA La mala noticia fue el fallecimiento ayer de un sobrino del propietario del Badajoz, Eloy Guerrero, de sólo año y medio, tras caerse de su cuna. La familia del empresario está destrozada y se han suspendido los actos previos entre las directivas. Es probable que Guerrero tampoco asista el partido, en el que ha puesto un enorme esfuerzo organizativo en los últimos meses. A falta de confirmación, se guardará un minuto de silencio por esta muerte que ha venido a ensombrecer lo que se prevé como una jornada para el recuerdo.