Sucedió en la tarde-noche del 30 de diciembre de 1985. Todo transcurrió en apenas unas horas, como cuando un circo se detiene en un lugar para una sola función, pero Extremadura fue el centro de atención máximo del deporte español durante ese tiempo. El All Star de la ACB celebrado en Don Benito dejó un recuerdo imborrable, con una imagen icónica para el baloncesto nacional: la de David Russell, el elástico alero del Estudiantes, saltando sobre un niño en el mate que le dio la victoria en el concurso, el primero que se celebraba en España y hasta en Europa, al estilo NBA.

El momento ha sido mil veces apelado durante estos 27 años, una de esas escenas que enganchan a una generación a un deporte determinado. Russell está en el barrio de Queens, en Nueva York. Y el niño, que ya, desde luego, no lo es, vive en Murcia. Se llama Gustavo Sosa, es dombenitense, tiene 37 años y fue jugador profesional de voleibol. A ninguno de los dos, desde luego, se les ha olvidado ese instante en el que sus vidas se cruzaron.

La gran fiesta

Era la inauguración del pabellón municipal dombenitense. Por descontado, otros tiempos en el deporte. Ahora se hace ciertamente inimaginable que un All Star se jugase allí. Pero la ciudad, con Julio Gómez como hombre clave, movió bien sus hilos y las estrellas de la ACB jugaron un partido amistoso con el aperitivo del concurso de mates, que desde luego es lo que más quedó en la memoria colectiva.

En él, Wayne Robinson, entonces en el Real Madrid, y David Russell disputaban una final igualadísima. Llegada a la última ronda, el estudiantil necesitaba la máxima puntuación del jurado para poder llevarse el triunfo. Y, asegura, decidió improvisar para lograrla.

El niño Gustavo era uno más entre los que habían sido requerido para limpiar la pista del sudor. Ataviado con un chándal celeste que por entonces lucía el Real Madrid, fue elegido por Russell para su genialidad. Tenía la altura perfecta. Le situó delante de la canasta.

"Me dijo que cerrase los ojos. No supe nada más. Me rozó un poco con la bota. Si me llega a dar de lleno... Solo oí el grito del pabellón. Abrí los ojos y le vi dando vueltas por allí, todos como locos. Supe que había pasado algo, pero no qué exactamente. Vi la puntuación de los jueces. Alguien me cogió y me llevó con Pedro Barthe el locutor de TVE a ver la repetición en su monitor. Fue la primera vez que vi el mate", recuerda Sosa.

Imborrable

Nadie que la viese ha olvidado la acción. Lo nunca visto hasta entonces. "Fue hace ya muchísimos años, pero sí, fui el niño más envidiado y más afortunado de Don Benito y puede que de España durante unos días. David Russell era de los jugadores más punteros, una auténtica estrella de un equipo potente como Estudiantes. Es tremendo que pasase. Cuando le comento a gente del deporte de una cierta edad que yo era el niño del mate, les parece increíble, una pasada. Y recuerdan perfectamente la imagen", añade. Todavía conserva periódicos y revistas de aquel día, sobre todo un Gigantes del Basket que inmortalizó el momento en un gran póster. Hasta ha conservado el vídeo, que hace no mucho tuvo que pasar a DVD.

"Para Don Benito fue increíble que eso ocurriese, que viniesen todas esas estrellas. Lo vio toda España. Sólo había una televisión y se dio en directo. Lo siguieron millones de personas. Y durante estos años ha salido muchas veces, en promociones y demás. Me hicieron entrevistas en los medios. Era un crío y hasta me imaginaba que me iban a llamar para un anuncio", añade. No acabó en el baloncesto, como le preguntaban a menudo entonces, sino en el voleibol. "Me he criado con el deporte, crecí en las pistas donde se construyó luego el pabellón. He hecho atletismo, baloncesto, voleibol- Me decidí por esto último. Fui varias veces campeón de Extremadura y fui a las selecciones. Con 21 años me marché a Granada, a la máxima categoría, y estuve estudiando la carrera de Empresariales. También jugué varios años en Cartagena en División de Honor. También he sido entrenador", explica. Ahora trabaja en Grupo Eulen desde hace siete años tras pasar por Caja Murcia.

No ha olvidado sus raíces. "Eh, que soy extremeño por los cuatro costados. Voy varias veces al año a Don Benito, mínimo dos o tres, siempre que hay acontecimientos familiares", destaca.

¿Qué le diría a Russell? "Le seguí mucho durante una época. Luego ya le perdí la pista. Le doy las gracias por elegirme y, claro, por no hacerme daño. Si me da con esa bota Converse de talla 50 que llevaba, ¡me mata! Me hizo muy feliz durante mucho tiempo. Y también ayudó a que mi pueblo saliese mucho en televisión durante aquella época".

Russell tampoco olvida

David Russell tiene en la actualidad 51 años. Después del episodio de Don Benito se confirmó como el jugador más espectacular de la ACB y ganó también el concurso del año siguiente, en Vigo. Hasta 1989 se mantuvo en el Estudiantes con espectaculares medias de anotación y formando una inolvidable pareja de norteamericanos con John Pinone. Ahora está bastante alejado del baloncesto, en la Gran Manzana .

"Lo tengo perfectamente en mi mente. Lo especial de toda la situación que se produjo es que no sabía lo que iba a hacer en ese momento. Vi al chico bajo canasta y se me ocurrió", rememora. "No las tenía todas conmigo de que no fuese a pegarle en la cara, pero todo salió bien", dice, con cierto alivio.

No falta tampoco un mensaje para Sosa: "Le aprecio mucho por ayudarme. Fue muy valiente. Sabía que podía golpearle y se mantuvo fijo".

Tras el concurso hubo un encuentro con estrellas de la liga que se dividieron en dos equipos, uno llamado Winston y otro Lee. Vencieron los primeros por 103-77. Actuaron jugadores como Chichi Creus, Epi, Wayne Robinson, Andro Knego, Montero, Villacampa, Mike Phillips, Chuck Aleksinas, Rafa Jofresa y el propio Russell. No faltó ni Manolo el del Bombo .