Por aquello de que me lo pide el cuerpo y casi el alma, me voy a salir un poco del guión. No voy a comentar el derbi de Segunda B entre el Villanovense y el Cacereño. Voy a escribir, sin haber estado allí, sobre el Jaraíz-Jarandilla, de la Primera Regional extremeña. Fue a la misma hora, hubo gran ambiente y, aunque sin goles (0-0), me cuentan que la pasión fue grande. Buenas noticias para el fútbol que los pequeños derbis entre poblaciones cercanas sigan generando expectación. Buena prueba de que este maravilloso deporte puede crear ilusiones también entre los modestos. Y es que el deporte en general es mucho más que élite y también en las catacumbas de las categorías se disfruta. El amor al fútbol es la verdadera razón de ser. Las redes sociales, además, ayudan positivamente a ello. Pongo un ejemplo, creo que muy definitorio: el Jaraíz ha abierto una cuenta de Twitter y su 'comentarista' dio en directo el partido para quienes no pudieran verlo y dispusieran de las nuevas tecnologías. Maravilloso fenómeno. Y un golazo en toda regla.