Jaime Molina, entrenador del Mérida, reconocía que "sufrimos más de lo esperado en los últimos quince minutos porque nos ha faltado la personalidad que hemos tenido en casa". Con respecto al escenario del choque, Molina quiso "pedir perdón, porque no merecen esto. Ahora se debe comer el marrón el otro equipo de la ciudad para darle una semana más al césped y deben venir a jugar aquí, que se ha demostrado con dos mil personas que no pasa nada".