ESPAÑA: Juan Carlos Navarro (13), José Manuel Calderón (8), Fran Vázquez (8), Alex Mumbrú (9), Jorge Garbajosa (10) --quinteto inicial-- San Emeterio (10), Ricky Rubio (7), Felipe Reyes (5), Claver (7) y Llull (7).

BRASIL: Alex García (5), Marcelo Huertas (2), Barbosa (12), Varejao (6), Giovannoni (8) --quinteto inicial-- Machado (14), Dos Santos (5), Murillo Rosa (7), Neto y De Souza (9).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-11, 44-34 (descanso), 64-55 y 84-68 (final).

ARBITROS: Amorós, Cardús y Terreros. Eliminaron por cinco faltas a los brasileño Alex García, Barbosa, Machado y, tras recibir dos técnicas, al entrenador Rubén Magnano.

España se adjudicó ayer el torneo pre-mundial de Logroño al conseguir, ante Brasil, su segunda victoria, por 84-68 en un partido en el que los de Sergio Scariolo demostraron tener más calidad y, sobre todo, continuidad en su concentración.

Brasil evidenció en el partido que baja muchos enteros sin Splitter y Nené Hilario y, para colmo de males, ayer reservó a Huertas tras un golpe, perdió a Varejao por una lesión que podría dejarle sin Mundial y contó con un Barbosa muy irregular.

España marcó su terreno en el primer cuarto. Navarro, Vázquez y Calderón marcaron el ritmo de juego y de anotación, bien secundados por Mumbrú y Garbajosa, y en diez minutos casi arrollaron (21-11).

INICIATIVA ESPAÑOLA Una reacción de Giovannoni en los minutos finales del segundo cuarto permitió a Brasil meterse en el partido (37-32), aunque Jorge Garbajosa cortó esa fase con un nuevo triple y el descanso llegó con 44-34.

Los españoles regresaron fríos al campo, sin precisión en ataque, lo que deparó el empate de Brasil (49-49, min. 26).

El equipo de Scariolo intensificó más su defensa lo que unido a tres errores de los brasileños devolvió a España su renta al final del cuarto (64-55).

Brasil siguió sin reaccionar y el equipo local empezó a gustarse y a aumentar su ventaja (69-55 en tres minutos). El equipo que dirige Rubén Magnano se había ido ya del partido a pesar de que algunas acciones individuales le mantenían con un marcador aceptable.

Y para terminar de romper su concentración Varejao se lesionó en una acción fortuita, en la que Vázquez cayó encima de su tobillo derecho. El entrenador brasileño fue quien rompió de forma definitiva el partido al provocar su expulsión con protestas airadas a los colegiados, impropias de un torneo amistoso.