Rafael Nadal y David Ferrer situaron a España a orillas de las semifinales de la Copa Davis, después de solventar con determinación sus respectivos compromisos de la primera jornada del duelo contra Alemania en Bremen.

El cuarteto hispano ha puesto de cara el enfrentamiento y dormirá con sosiego a la espera de que el encuentro de dobles o, en su defecto, uno de los individuales restantes, certifique el avance español hacia la lucha por lograr la tercera ´Ensaladera´ de su historia. El retorno a la competición de las dos primeras raquetas españolas ha dado empaque al conjunto que dirige Emilio Sánchez Vicario. Ausentes del trámite en Lima ante Perú, España recuperó su tradicional fisonomía para elevar el cálculo de expectativas.

Rafael Nadal abrió el camino con un solvente triunfo ante Nicolas Kiefer (7-6 (5), 6-0 y 6-3) después de tres horas de partido y David Ferrer obtuvo el segundo punto tras superar al número uno local, Philipp Kohlschreiber, por 6-7 (3), 6-3, 6-4 y 6-2.

Nadal, al margen de la batalla en la Davis desde septiembre del 2006, tardó hora y media en encarrilar el encuentro. Fue la duración del parcial inicial, que delató una enconada lucha y un equilibrio permanente. Sólo el primer juego, en el que Nadal dispuso de siete puntos de break , se extendió durante 15 minutos. Todo un mundo en pista rápida.

Kiefer salvó la situación y evitó ir contracorriente. Ofreció el germano desde entonces su mejor tenis. Con un saque sólido y tiros secos. Sosteniendo los arrebatos de Nadal, menos resolutivo con el servicio pero amarrado a la concentración.

Tuvo en su mano el balear la ocasión de huir del desempate y escapar de emociones fuertes. Fue en el undécimo parcial. Con empate a cinco. Kiefer exprimió energías en la protesta de una bola que se le fue. Se marchó del partido y el español no desperdició la ocasión para quebrar por primera vez en el duelo. Después de derrochar una decena de oportunidades se hizo con el saque de su rival. Y dispuso, a continuación, de dos puntos de set, que amarró en el desempate.

El germano salió tocado. Se desmoronó. Nadal tomó carrerilla y solventó el compromiso después de dejar gran parte del camino hecho con la adquisición de siete juegos seguidos. Mejoró el teutón en el tercero. Pero sin convicción ni recursos para voltear la situación.

DE MENOS A MAS Con la tranquilidad de poseer un punto en la mano Ferrer emprendió el choque contra Kohlschreiber, la baza más fiable del tenis germano dada la ausencia de Tommy Haas. El alicantino, que se perdió por lesión también la eliminatoria contra Perú, comenzó a remolque, lo que le situó con 3-0 en contra. Mejoró, equilibró la situación y llevó el desenlace al desempate que perdió.

La quinta raqueta del circuito mundial mantuvo luego el tipo. Es sólido Ferrer. Sin altibajos. Y aprovechó los vaivenes del alemán, impulsivo pero irregular. El español se situó con 5-0, momento que aprovechó Kohlschreiber para pedir la atención médica aquejado de molestias en el nervio ciático.

Se recompuso el germano, pero no lo suficiente como para evitar que el español diera la vuelta al partido. El saque ya no fue aliado para el número uno germano, que lo cedió en momentos decisivos que le obligaron a transitar a remolque. Ferrer impidió la resurrección de Kohlschreiber en el cuarto set y jugó con todo a favor después de quebrar en el cuarto juego que le sirvió para cerrar el partido.