Una debe conducir a la otra. Ambas se necesitan para poder sobrevivir con más o menos holgura. Por eso, el cambio de política de la Junta de Extremadura en este último año se ajusta más a los tiempos que corren. Algunos aducen que subvencionar a los clubs, y más en tiempos de crisis, es poco menos que una obscenidad. Para mí, rotundamente no. Cuéntenme ustedes qué posibilidades habría de tener algún club importante en esta comunidad sin el apoyo institucional, que ahora se va a aumentar, insisto que afortunadamente para las entidades con un cierto seguimiento. ¿Que a uno le dan más que a otros y que la proporción no es justa? Puede ser, ya que no es fácil aplicar los baremos correspondientes sin caer en desigualdades. Pero ése es otro debate. Déjenme celebrar que, al fin, nuestras instituciones públicas se están dando cuenta de que el deporte es realmente muy importante.Y de ello no hace mucho. Bienvenidos al cambio, bienvenidos al futuro.