Aunque no ha sido alguien muy dado a salir a la luz pública, pese a la relevancia de su trabajo, Javier Brazo Sayavera (Hornachos, 27 de septiembre de 1981) esta vez se ha visto obligado a hablar, al menos en este diario. «Me voy». El próximo mes de febrero cumpliría nueve años como director técnico de la Federación Extremeña de Atletismo. No lo va a hacer.

«He tenido que elegir entre continuar en precario como profesor asociado en la Universidad de Extremadura y continuar en la federación o ‘cruzar el charco’. En efecto: Brazo ha firmado un contrato de dos años en la Universidad de La República, en Rivera, localidad uruguaya fronteriza con Brasil, donde impartirá clases de atletismo y continuará con su labor investigadora.

«Me ha costado mucho porque me he sentido muy bien como profesional, pero así lo he decidido porque creo que era lo mejor». Se marcha con su mujer y su hija de siete meses a emprender su particular ‘aventura’, que le ilusiona, algo que «no hubiera hecho», dice, en el caso de que se hubieran dado las condiciones favorables en la Uex, «aunque hubiera tenido que sacrificarme más». Lo cuenta con un halo de pesar, pero dice que está convencido de volver. Doctor en Fisología, máster en Alto Rendimiento en el COE y, sobre todo, pieza clave en la federación, en su ‘hasta luego’ dice estar especialmente agradecido a sus valedores, Francisco Carrapiso y Pedro Talavera. Ahora en periodo electoral, Raúl Romero apunta como su sucesor en el caso de que siga Carrapiso. Mientras tanto, Brazo prepara la maleta. Uruguay le espera.