Fernando Morientes, delantero hasta ayer del Real Madrid, afirmó en su despedida que nunca olvidará al club blanco, al que siempre llevará "en su corazón", y mostró su ilusión por iniciar una nueva etapa de su vida en el Liverpool. El club inglés pagará alrededor de nueve millones de euros y le ha formalizado un contrato por lo que resta de temporada y otras tres.

"Quiero agradecer al Real Madrid por todo lo que me han dado en ocho años, casi todo en mi carrera deportiva. Sólo tengo buenas palabras. Es una decisión muy meditada, no es una locura de un día. Marcharme al Liverpool e iniciar una nueva etapa en mi vida creo que es lo mejor en este momento", afirmó.

Morientes admitió que se marcha con una sensación extraña en el cuerpo. Su salida es diferente a la de la pasada temporada cuando jugó cedido en el Mónaco francés. Ahora sabe que no volverá al Real Madrid, donde deja grandes amigos.

"Me voy contento porque es lo que quería, pero triste por cerrar ocho años de mi vida que nunca olvidaré. Este club estará siempre en mi corazón. Me voy de mi casa para afrontar una nueva etapa en mi vida con mucha ilusión", señaló.

MESES MALOS El delantero nacido en Cáceres admite que se marcha tras vivir seis meses, los últimos, malos. Decidió quedarse por José Antonio Camacho pero su marcha rompió sus planes.

"Estos seis meses no han sido una etapa muy buena. Tomar esta decisión a mitad de temporada es porque algo no funcionaba. Mi situación personal no era la que esperaba este año y he tenido que comunicar mi pensamiento al club. Le agradezco que haya aceptado lo que he decidido, ir al Liverpool por delante de otras ofertas más interesantes para ellos. Ha podido el corazón y me voy satisfecho porque es donde quiero", reconoció.

Morientes destacó también la importancia de la presencia de Rafael Benítez en el banquillo del Liverpool y espera debutar en un gran partido, el que enfrenta a su nuevo equipo con el Manchester United. "Tenía muchas ganas de jugar en Inglaterra. El partido contra el Manchester sería un debut muy bonito. Es la mejor oportunidad para empezar a saber cómo funciona todo. Voy con una idea que cambiará. Hay varios españoles en el equipo además del entrenador que me ayudarán a integrarme rápido", reflexionó.

De entre todos los recuerdos que se le vinieron a la cabeza al cerrar su etapa como madridista, Morientes se quedó con uno, el momento en que ganó la séptima Copa de Europa del Real Madrid. "Es difícil quedarse con un recuerdo. Llegué con la ilusión de conquistar algún título y nunca pensé ganar tantos. Me quedo con la primera Copa de Europa, un logro para el equipo tras muchos años sin lograrla. También me quedo con todos los amigos que dejo en el vestuario y en la ciudad".

"Raúl ha sido una de las personas más influyentes en estos ocho años para mí. Ha sido una despedida muy cariñosa porque sabía que era mi último entrenamiento. Está muy satisfecho porque sabía que era lo que yo deseaba", agregó.

Por último, Morientes admitió que habría sido mejor abandonar el Real Madrid en pretemporada. "Hubiese sido mejor salir a principio de temporada pero no me arrepiento de nada. No han sido meses agradables deportivamente para mí, han pasado muchas circunstancias en el equipo que no han contribuido pero me voy contento y con mucha ilusión. Es una de las decisiones más importantes de mi vida. Voy a intentar hacer al Liverpool más grande aún", concluyó.

Después cogió un vuelo hacia Londres, hoy pasará reconocimiento médico y firmará por su nuevo club.