Varios centenares de personas despidieron ayer en su localidad natal, Vilanova i la Geltrú, al ciclista catalán Isaac Gálvez, fallecido en la madrugada del domingo a los 31 años como consecuencia de una caída en los Seis Días de Gante (Bélgica).

Un abarrotado Pabellón del Garraf acogió el último adiós al campeón del mundo de ciclismo en pista, que recibió el homenaje de centenares de aficionados al ciclismo, amigos, familiares y personalidades políticas y del mundo del deporte, que participaron en el funeral civil.

Los padres, la hermana y la esposa de Gálvez, con quien había contraído matrimonio hace justo un mes, encabezaron la ceremonia de despedida al ciclista, tras la cuál el cuerpo fue trasladado al cementerio de la ciudad, donde fue incinerado.

Una larga lista de personalidades acompañaron a la familia de Isaac Gálvez, entre las que destacaron el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco; el secretario general del Deporte de la Generalitat de Cataluña, Manuel Ibern; el presidente de la Federación Española de Ciclismo, Fulgencio Sánchez; y el presidente de la Federación Catalana, Alfons Molist.

HUNDIMIENTO MORAL "Hemos perdido a una gran persona y a un gran ciclista, vital para nuestro futuro olímpico. Esto es lo último que nos puede pasar, nos viene a hundir moralmente", declaró Fulgencio Sánchez.

Alejandro Blanco recordó que Isaac Gálvez era "un gran deportista que daba lo mejor en cada competición" y deseó que se encuentre "en el mejor sitio del cielo, porque es lo que se merece".

El alcalde de Vilanova i la Geltrú, Ignasi Elena, quien subrayó "el nivel, los títulos mundiales y el récord deportivo" que consiguió el corredor, anunció que el próximo pabellón deportivo que construya el Ayuntamiento de la ciudad llevará el nombre de Isaac Gálvez.

También asistieron al funeral el director general del equipo Caisse d´Epargne-Illes Balears, José Miguel Echévarri; el director deportivo, Eusebio Unzue; y compañeros de Gálvez, como Oscar Pereiro -virtual ganador de la última edición del Tour de Francia-, Joaquín Rodríguez, Joan Llaneras -con quien corría cuando se produjo el accidente-, Francisco Cabello, José Antonio Escuredo y Angel Edo.

"Se va una gran persona, el amigo de mucha gente. Me parece imposible, pero la vida es así de puta", dijo un emocionado Edo, quien reconoció estar aún asimilando la noticia.