Villarreal: Reina, Venta, Gonzalo, Alvarez, Arruabarrena, Cazorla (Font, m.72), Josico (Peña, m.87), Riquelme, Sorín, Guayre (Forlán, m.66) y Figueroa.

Real Madrid: Casillas, Salgado, Bravo, Samuel, Raúl Bravo, Beckham (Javi García, m.64), Celades, Helguera, Solari (Mejía, m.81), Owen y Ronaldo (Morientes, m.64).

Arbitro: Mejuto González (Comite Asturiano). Mostró tarjeta amarilla al local Gonzalo Rodríguez y a los visitantes Michel Salgado, Samuel y Celades.

Incidencias: Decimocuarta jornada de Liga en Primera División, disputado en El Madrigal ante unos 21.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. El árbitro hizo retirar una pancarta en el descanso que rezaba ´No al racismo en el deporte y no al racismo de los árbitros con el Villarreal´.

La falta de acierto impidió al Villarreal ganar al Real Madrid en un partido en el que los castellonenses fueron superiores, sobre todo en la segunda parte, ante un conjunto madridista que fue a El Madrigal a buscar el empate.

Sin embargo, el choque comenzó con un decorado diferente porque el otro Real Madrid salió bien parado y serio, lo que le permitió controlar el juego de su rival de tal manera que incluso parecía que el partido estaba más de su lado.

El equipo de Manuel Pellegrini encontró que, sin poder mantener la posesión de la pelota, no estaba cómodo en el campo, mientras que eran los madridistas los que, agazapados, esperaban su opción a la contra.

Así, el dominio infructuoso del Villarreal hacía encontrarse cada vez mejor al Madrid sobre el campo, aunque el trabajo de los dos equipos moría siempre lejos de las dos áreas.

Tanto es así que una ocasión de Ronaldo, que se encontró un balón dentro del área totalmente desmarcado y perdió al no rematar de primera, y un lanzamiento de Beckham al larguero a balón parado, fueron las únicas opciones visitantes.

FRUSTRACION El Villarreal rondó mucho el área pero no creó peligro como para desequilibrar el encuentro. Tan sólo el debutante Luciano Figueroa lo intentó pero su remate de cabeza lo paró Casillas.

El partido llegó al descanso como había empezado, con un planteamiento muy serio por parte de ambos equipos, con pocas florituras, poco peligro en las áreas y con mucho respeto por ambos bandos y con un Villarreal enfadado con Mejuto González.

Pero en la segunda parte, el Villarreal fue muy superior durante los 45 minutos ante un Real Madrid que cada vez defendía más cerca de su área, lo que propiciaba las llegadas del conjunto de Manuel Pellegrini.

Mejuto fue de nuevo protagonista al anular un gol al debutante Luciano Figueroa por un riguroso fuera de juego. El Villarreal encaró la recta final con opciones claras de ganar pero no lo hizo y el Real Madrid se conformó con el empate que parecía que buscaba desde el principio y se lo llevó con muy poco juego.