Para no quedar en fuera de juego en el durísimo campo del negocio audiovisual, el equipo que forman fútbol y tele ha ejecutado un perfecto pase adelantado para exprimir un poco más y mejor el tirón mediático del deporte rey: desde este fin de semana, la jornada liguera empezó el viernes (21.00 horas) y finaliza hoy, hacia las 23.00 horas. Esta jugada se abrió el pasado viernes, con la emisión del partido de Segunda División Córdoba-Cádiz, y se completará hoy lunes, con el Tenerife-Mallorca (21.00), de Primera. Así, desde esta semana, España se convierte en paraíso del teleforofo, ya que, entre Liga, Copa, Champions, Liga Europa (la antigua UEFA) y, claro, selección española, puede disfrutar de su pasión en la pequeña pantalla todos los días de la semana. Eso sí, la mayor parte a través de la novedosa oferta de los canales temáticos de pago.

Aunque ya se llevaba tiempo dándole vueltas a la posibilidad de ampliar la jornada, para así rentabilizar un poco más las retransmisiones en beneficio de las teles (de pago, Gol TV y Canal+ Liga) y de los clubs, no fue hasta el pasado 26 de enero que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó esta ampliación del calendario. Apenas una semana después del visto bueno de la RFEF, el pasado 2 de febrero, los 41 clubs que forman la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ratificaron por aplastante mayoría la propuesta de ampliación. Solo hubo un voto en contra, el Tenerife, que con el cambio horario, los lunes jugará a las 20.00 horas de Canarias. Pero aquí mandan las teles, y el horario peninsular.

Todo por el dinero

Este acuerdo casi unánime demuestra la necesidad de la LFP para seguir sacando provecho de sus sinergias con la tele y así poder mantener los desorbitantes (en muchas ocasiones peligrosos) presupuestos de los clubs. Actualmente, la LFP ingresa por derechos audiovisuales alrededor de 650 millones de euros, cifra nada despreciable, pero escasa si se compara con otras Ligas europeas, mucho menos interesantes que la española. Por ejemplo, los clubs franceses ingresan unos 600 millones de euros anuales, al igual que los alemanes. En cambio, la Premier inglesa deja en evidencia a la LFP: recaudan más de 1.200 millones de euros, y además no tienen ni un solo partido en abierto.

Los estudios que había realizado previamente la LFP para buscar nuevas fórmulas de explotación de la Liga ya apuntaban que el futuro estaba en la ampliación de la jornada. Ya en las temporadas 1996-97 y 1997-98, Antena 3 emitió 60 partidos de Liga los lunes (en abierto, eso sí), con más que aceptables audiencias: hubo puntas de ocho millones y medio de espectadores.

¿Hay alguien en contra? Quizá a los aficionados y socios que van a los estadios les cueste más asistir un día laborable (lo que revertiría en una mayor desolación en las gradas). Pero esto lo tiene asumido la LFP: si la asistencia media a los campos (que año a año va sin remedio a la baja) está ahora en unas 250.000 personas, y el número de abonos a teles de pago ronda los tres millones de hogares, ¿alguien duda dónde está el negocio del futuro?