El Extremadura no deja de meter más carburante al depósito de la segunda vuelta. En esta ocasión la energía llega desde Sudamérica, concretamente desde Uruguay y Venezuela, procedencia de Renzo López y Gabriel Benítez, últimos refuerzos en llegar y que ayer ya posaron en azulgrana en el Francisco de la Hera.

Muy esperada era la puesta en escena de Renzo López, al que le apodan el ‘Metralleta’ en su país, aunque el punta quiso dejar claro que era un simple apodo que le puso un técnico de las categorías inferiores de Atlético Nacional. Renzo viene de saga futbolera. Su padre fue jugador de categorías uruguayas, pero su abuelo se pateó medio mundo y vivió del fútbol hace ya décadas. «Me gustó como me plantearon el reto y me encantaría crecer aquí como jugador y persona. Claro que es difícil tomar esta decisión y dejar todo allí, pero cuando eres futbolista debes estar preparado para una oportunidad así».

El espigado punta uruguayo supera el 1,90 metros de estatura, pero no sólo domina el juego aéreo: «me considero un delantero veloz y espero tener una racha para ayudar al equipo».

Experiencia de varios años en Primera venezolana atesora Gabriel Benítez, al que le apodan ‘Gabo’. Confirma que es lateral izquierdo, aunque dice que puede actuar también de central. Su familia es hinha de Boca Juniors y le recordaron al Mono ‘Navarro’ Montoya cuando les habló del Extremadura. Es amigo de Juampi Añor, jugador del Málaga y, como a Renzo, le resulta «muy atractivo» tener esta primera oportunidad al otro lado del charco.