Antes de desperdigarse por medio mundo debido al éxodo de las selecciones, Pep Guardiola reunió a la plantilla para lanzar un mensaje de confianza y, al mismo tiempo, de autocrítica. El técnico estaba enfadado porque el equipo no gestiona bien los partidos de casa al ceder ya cinco puntos en un mes de Liga. No está fino en el área rival ni tampoco en la propia.

La falta de acierto hacostado cinco puntos

"Antes lo enchufábamos todo". Tan precisa como inexacta es la reflexión de Eric Abidal sobre el mayor problema del Barça. La falta de puntería ha costado cinco puntos en la Liga y dos más en la Champions, con el empate ante el Rubin. Pero el equipo, ciego en el Camp Nou, ve puerta con facilidad lejos de su estadio, donde ha metido 8 goles y solo ha encajado 2. "Hace dos años, a los 20 minutos ya ganábamos por 4-0", recordó Abidal añorando tardes plácidas. Una contradicción con la sensación de Guardiola de que el equipo juega mejor ahora. Les falta suerte a Bojan y a Pedro, por ejemplo, que todavía no han abierto su cuenta goleadora. Los cinco goles de los delanteros (tres de Messi y dos de Villa) se completan con los cinco de la segunda línea (Iniesta, Xavi, Keita y Busquets) más el de Piqué. Todos ellos fuera de casa.

Mala defensa de lasjugadas de estrategia

Sin la comodidad de un marcador acolchado, el equipo queda expuesto a que un error le complique la existencia. Justo lo que ha pasado en dos de los tres partidos de casa, aunque en el Calderón y en Bilbao también pasó apuros. El buen trabajo defensivo pierde solidez en las acciones de estrategia. Tres de los cinco goles encajados han llegado a balón parado, reabriéndose la controversia sobre la conveniencia de defender al hombre o en zona, la apuesta del Barça y que funcionó la temporada pasada.

El problema, en efecto, se traslada del dispositivo global al futbolista. El año pasado, en 38 jornadas, solo se recibieron tres goles a balón parado. Los mismos que en las seis jornada disputadas hasta la fecha. "Es culpa nuestra", repitió Abidal, exculpando a Guardiola. La pérdida de centímetros (se han ido Márquez, Henry, Chigrinskiy, Touré e Ibrahimovic) influye tanto como la pérdida de atención en el área para que se hayan escapado puntos de forma inesperada.

Las consecuenciasdel mundial se pagan

Una semana después de que acabara el Mundial, el Barça empezó los entrenamientos con solo siete jugadores, los que no habían participado en él. Al cabo de un mes, se presentaron los campeones del mundo (excepto Iniesta), que apenas pisaron Barcelona para viajar a México con la selección. Se pusieron a jugar sin entrenarse. Programar el trabajo del colectivo ha sido imposible. Los preparadores lo han parcelado atendiendo a los diferentes segmentos de futbolistas. Guardiola se ha visto obligado a dosificar a Puyol, que se ha perdido la mitad de los partidos, y ha tenido que renunciar a Xavi por el desgaste acumulado.

Cuatro canteranosmás debutantes

Guardiola siempre ha promovido la rotación en las alineaciones. Pero no es lo mismo hacer cambios voluntariamente, con jugadores al mismo nivel físico, que obligado por las circunstancias. En los 10 primeros partidos, en las dos temporadas anteriores, utilizó a 20 jugadores. Ahora ha tenido que recurrir a 24. Los cuatro debutantes son canteranos: Rubén Miño, Sergi Gómez, Oriol Romeu (titulares en la Supercopa de Sevilla) y Nolito. Con ellos se elevan a 14 los jugadores de casa que ha promovido Guardiola al primer equipo en dos años. Habrá más por las exigencias del calendario y la reducida plantilla que dirige. La mitad, por cierto, creada en La Masia.