Impotencia, desesperación, cabreo y una profunda indignación sienten en el seno del Ciudad de Plasencia por lo que se consideran víctimas un auténtico atraco el sufrido el domingo pasado en el Estadio Romano, a manos del colegiado del encuentro Pino Sánchez, que dio validez al gol de la Unión Deportiva Mérida en los minutos de descuento, lo que propició la victoria local por 2-1

Y lejos de calmar los ánimos, las imágenes del partido dejan muy a las claras que el tanto no debió subir al marcador ya que la falta favorable a los emeritenses se produjo dos metros dentro del campo que defendía el Mérida y se sacó a más de medio metro del campo contrario.

Aitor Bidaurrázaga, técnico del Ciudad de Plasencia, acabó el partido tratando de calmar a sus pupilos. El técnico vasco apela a la "disparidad de criterio a la hora de juzgar a los equipos poderosos o históricos y a los humildes como el nuestro". Reconoce estar "estar cansado de sufrir estas diferencias arbitrales, solo pedimos ser tratados con el mismo respeto que a los demás. Las imágenes demuestran que nuestras quejas son fundadas, el árbitro deja sacar una falta de manera ilegal, estando él a un palmo, todos somos de Tercera y todos debemos ser tratados por igual".

EL PROTAGONISTA Para Bidaurrázaga es curioso que "Pino Sánchez sea el mismo colegiado que arbitró a la UD Mérida contra el Miajadas, el 27 de septiembre, donde ganaron los emeritenses 2-0, este y el nuestro son los dos únicos partidos que los de Plaza han ganado en el Romano, huele un poco raro".

Tampoco considera oportuno que Pino Sánchez "diera todo tipo de explicaciones a Bernardo Plaza --entrenador emeritense-- durante el descanso, es inusual. Si lo hago yo me caen tres partidos de sanción", asegura el entrenador del Ciudad.