PLASENCIA GALCO (28+24+32+22): Gianella (17), Stewart (16), Owens (21), Lledó (4), Rubio (10) -cinco inicial-, Palacios (8), Ferrero (4), Sala (20), Robles (-), Beltrán (6) y Bayle (-).

LA PALMA (14+28+21+21): Simón (9), Edwards (16), Eslava (-), Triguero (6), Balmón (6) -cinco inicial- Urtasun (14), Irazábal (6), García (10) e Ibeas (19).

ARBITROS: Mauri y Fraile. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Alrededor de 500 aficionados placentinos en las gradas del pabellón maño. Siempre animaron a su equipo durante el choque. Fiesta final.

Sensacional Plasencia. En un enorme partido, superó con claridad a La Palma (106-86) y se plantó en la finalísima de la Copa del Príncipe, que disputará ante el anfitrión CAI esta tarde a las 18.00 horas. El cuadro extremeño demostró, una vez más, la razón real de su supremacía liguera en la competición LEB.

El equipo placentino mandó siempre en el partido, ya desde el inicio. Jaleado por su ruidosa afición, los de Dani García cogieron el mando desde el comienzo y fueron a más a medida que pasaban los minutos.

Un 17-4 en el minuto 5 fue clarificador. La Palma no encontraba su sitio en la cancha y el Plasencia era un vendaval, dirigido magistralmente por Nico Gianella, que una vez demostró su clase, solvencia y sencillez, unido a la espectacularidad.

El argentino dirigía a los suyos con maestría y asistía con clarividencia en el ataque, con Owens y Rubio de estiletes y como dueños de los tableros. La segunda personal de Stewart hizo que el americano se sentara, saliendo Alvaro Palacios, que le suplió con eficacia. Una de las claves del éxito actual del Plasencia radica en que el banquillo también aporta cosas, y eso puso de manifiesto ayer también.

En los últimos compases del primer acto, las faltas cargaban a los de Dani (5 a 16), pero daba igual: el Plasencia seguía dominando y abriendo brecha hasta llegar al 28-14 de los primeros diez minutos del encuentro.

FRENETICO El cuadro extremeño comenzó el segundo cuarto arrollando a su rival, con máximas diferencias de 31-14, tras un triple de Palacios, aunque Rafa Sanz, entrenador de La Palma, paró el choque con un tiempo muerto necesario.

La entrada en cancha del explacentino Rubén Ibeas fue determinante para la leve reacción canaria, ya que la ventaja mínima que se marcaría fue de nueve puntos (49-40 en el minuto 18). Al descanso se llegó con un 52-42, ya con el protagonismo del pequeño-gran Perico Sala, impresionante de nuevo ayer, con 20 puntos finales.

En el tercer cuarto, se comenzó con la misma manera arrolladora del Plasencia, con un defensa que rozaba la perfección, cerrando bien el ataque palmero, que se basaba casi exclusivamente en el recurso del tiro exterior. El 63-45 en el minuto 25 volvía a poner las cosas en su sitio para los intereses jerteños, mientras sólo Ibeas era una amenaza real para los placentinos, que no veían peligrar en ningún momento el resultado a su favor.

En los últimos compases del tercer cuarto se marcaban las máximas diferencias del choque (81-58, min. 28), con un Plasencia inmenso. El duelo estaba ya tan sentenciado que los árbitros dejaron de tener protagonismo. Al final de este cuarto, 84-65.

El último cuarto se inició con un triple de Perico Sala. A partir de ahí, se produjo el intercambio lógico de canastas, con la fiesta placentina en la grada.

La centena de puntos se hizo realidad con un La Palma totalmente entregada ante un Plasencia en el que incluso tuvo ocasión de jugar el juvenil Pablo Bayle, que unió al festejo. Hoy espera la gran final, en la que todo puede pasar con este Plasencia. La fiesta continúa en la capital maña, con los extremeños de grandes protagonistas.