CELTA: Marta Canella (8), Marina Delgado (14), Noelia Oliva (7), Laura Alonso (2), Tenning Diatá (11) --cinco inicial-- Cristina Loureiro (3), Débora Rodríguez (2), Verónica Costas (0), María González (0), María Pérez (7), Alejandra Quirante (13).

AL-QAZERES: Carla do Nascimento (14), Jara Salgado (14), Verónica Sánchez (17), Ndidi Madu (15), Alejandra de la Fuente (10) --cinco inicial-- Carmen Cambero (0), Gabriela Rodríguez (0), Tabara Samba (2), Elena Corrales (0).

MARCADOR POR CUARTOS: 18-11, 39-25, 55-44 y 67-72.

ARBITROS: Godoy y Gallego. Sin eliminadas por faltas.

El Al-Qazeres logró la victoria ante el Celta gracias a un parcial de 0-18 en el último cuarto que no sólo dio la vuelta al marcador, sino que además dejó a las viguesas muy tocadas anímicamente. Aunque intentaron no tirar la toalla, el acierto desde la linea de tiros libres del equipo extremeño no permitió al conjunto local volver a darle la vuelta al marcador.

El equipo gallego se hizo el dueño del marcador desde el principio del partido e imponiendo su ritmo de juego empezó a tomar distancias en el luminoso, muy pronto. Sin embargo, las extremeñas, a pesar de no controlar el rebote y perdiendo más balones de lo que es habitual, lograron mantenerse a flote con trabajo y con algunos triples en momentos puntuales que las mantenían dentro del partido. Así se llegó al final del primer cuarto con un 18-11.

Durante el segundo parcial la superioridad local fue todavía más notoría. Las distancias se fueron ampliando hasta llegar al descanso con una 39-25.

Tras el paso por vestuarios, las locales salieron a la pista con las idea de contener cualquier reacción extremeña e intentando contemporizar el ritmo.

El Al-Qazeres realizó un inicio del último cuarto espectacular con el parcial decisivo de 0-18, del 55-44 al 55-62. La jugada que terminó por romper el partido y decantarlo del lado visitante fue un 3+1 sobre Verónica Sánchez.

Con los siete puntos de ventaja para el equipo cacereño, al Celta le entraron las prisas por remontar, pero el Al-Quazeres supo no sólo controlar a su rival con una buena defensa, sino que además, tuvo sangre fría en los tiros libres.