Fernando Alonso aumentó ayer su botín al frente del campeonato del mundo de Fórmula Uno, tras su segundo puesto en el Gran Premio de Malasia, que fue ganado por su compañero de equipo el italiano Giancarlo Fisichella y lograron el primer doblete para Renault desde su vuelta como equipo a la competición.

Alonso cuenta ya con siete puntos de ventaja sobre el alemán Michael Schumacher (Ferrari), que fue sexto, y el británico Jenson Button (Honda), tercero, y ocho sobre Fisichella, además de haber sumado su vigésimo quinto podio.

La salida de Fernando Alonso volvió a ser espectacular, partía séptimo y al llegar a la primera curva ya era tercero tras Fisichella y Button.

Se enfiló entre los McLaren-Mercedes del colombiano Juan Pablo Montoya y del finlandés Kimi Raikkonen y se fue hacia el exterior de la pista para superar los Williams-Cosworth del alemán Nico Rosberg y del australiano Mark Webber, y giró antes que ellos en la primera curva.

A pesar de llevar más gasolina que ningún otro piloto, por un error ocurrido el sábado antes de la sesión de clasificación en la que le echaron dos veces combustible, en apenas 700 metros prácticamente se había asegurado el podio, mientras que por delante Fisichella y Button se escapaban poco a poco.

RAIKKONEN, SIN SUERTE Mientras que Raikkonen sigue con su gafe, en el transcurso de la primera vuelta fue golpeado por detrás por el austriaco Christian Klien (Red Bull), que le rompió la suspensión trasera y tuvo que abandonar, mientras que Alonso controlaba con facilidad a Webber para defender el tercer puesto. De los tres primeros, Alonso sería el último en parar a repostar y cambiar neumáticos, a tan solo dos vueltas de mitad de carrera, la vigesimosexta, y acortó en cerca de ocho segundos su desventaja sobre Button, que había llegado a 14.6.

Fue en la segunda y definitiva parada cuando Alonso logró salir de boxes por delante del británico. Marcó la vuelta rápida en carrera, pero ya era tarde para dar alcance a Fisichella, que lograba la victoria, la tercera de su carrera desde la de Brasil 2003 y la del pasado año en Australia y le compensaba los sinsabores del abandono del pasado domingo en Bahrein.

El cuarto puesto era para Juan Pablo Montoya, después de una carrera sin pena, ni gloria, y el quinto para el brasileño Felipe Massa, que se imponía a su compañero en el equipo Ferrari, el alemán Michael Schumacher.

Se esperaba más de los Ferrari y de Michael Schumacher, segundo en Bahrein tras Alonso, pero en el calor de Malasia su rendimiento bajó mucho, además de romper tres motores en el fin de semana, y Schumacher no pudo con Massa, aunque en muchos momentos planeó la duda de si habría ordenes de equipo para permitir al alemán finalizar por delante del brasileño.

TREMENDO CALOR El bochorno de la tarde, 34 grados centígrados y 65 por ciento de humedad, la amenaza de tormenta que dejó algunas gotas cuando se acercaba la mitad de la carrera, y la falta de fiabilidad provocaron que tres motores terminaran en una bola de fuego, los de los Williams-Cosworth de Webber y Rosberg y el BMW del alemán Nick Heidfeld.

Al final de la carrera Fisichella, Alonso y Briatore se fundían en un abrazo, para celebrar el segundo doblete en la historia de Renault y el fantástico inicio de temporada con dos victorias en dos carreras y la suma de 18 puntos de los 20 posibles por parte de Fernando Alonso.