Su momento de gloria, ese que planificó con tanto mimo, fue otro momento de sufrimiento, de preocupación, para la familia. Jaume Marquet, el espontáneo que le arrojó una bandera del Bar§a a Luis Figo en la final de la Eurocopa entre Portugal y Grecia, pasó la noche del domingo al lunes en comisaría y ayer tuvo que prestar declaración ante el juez. Marquet, de 30 años, fue puesto en libertad, pero deberá comparecer ante un tribunal en una fecha todavía por determinar.

Marquet, apodado Jimmy Jump, cumplió la promesa que hizo, el pasado martes, en el programa Una altra cosa de Andreu Buenafuente. En su domicilio particular, en Sant Quirze del Vallés, esperaban el domingo que apareciera en escena. Los padres sabían que burlaría las medidas de seguridad del estadio Da Luz, que saltaría al campo. Fueron unos instantes que se hicieron eternos cuando vieron a Jaume por televisión. Después, el silencio, la angustia. La eterna espera.

Con dureza

Tras ser reducido y conducido hacia el interior del estadio,fue tratado de forma expeditiva por la policía. Unos minutos después, un empleado de la UEFA exhibía su barretina. Marquet, mientras, era trasladado a una comisaría de Lisboa, informa Virginia López. Pendiente todavía del juicio por invadir la pista del Circuito de Cataluña en el último GP de España de F-1, por el que le puede caer una sanción de 60.000 euros, puede ser acusado ahora de "haber cometido un delito" por saltar al campo, según afirmó ayer Isabel Canelas, portavoz de la policía portuguesa durante la celebración de la Eurocopa 2004.

En Sant Quirze del Valles, en casa de la familia Marquet, esperaban noticias de Portugal. Estas no llegaban. La abuela de Jaume, Pepita, estaba ayer muy disgustada. "Es un buen chico. No tiene vicios. No bebe, no fuma y no se droga, pero está obsesionado con ser famoso. No está bien lo que hizo, pero no ha cometido ningún crimen. A ver si nos podéis ayudar, que lo estamos pasando muy mal", asegura.

Marquet tenía el móvil apagado. Y su página web, la misma que anunció en la camiseta que llevaba durante la final, estaba colapsada. En la misma, con un gran tratamiento gráfico, explica sus hazañas y particular filosofía de vida.

Devoción

Marquet trabaja en una inmobiliaria de Sabadell, donde es un personaje muy popular por sus bolos como showman. También es conocida la devoción que siente por Jaume I Loquillo, James Dean y Salvador Dalí. Disfrazado del pintor irrumpió en la pasarela del Salón Gaudí.

La invasión de Marquet en la final de la Eurocopa apenas fue comentada ayer en Portugal. Todo lo contrario que en Cataluña y en resto de España.

En el Barcelona, el propio presidente, Joan Laporta, censuró la actitud del espontáneo: "La persona que ha tirado la bandera a Figo no representa al Bar§a ni a nadie del mundo del deporte". Fidel Sust, director del Circuito de Cataluña, también se mostró muy crítico con las andanzas de Jimmy Jump: "No ha de ser un ejemplo para nadie".