El Barça circuló ayer por todo el mundo acompañado por una interminable catarata de elogios. El equipo de Pep Guardiola recibió todos los honores desde todos los rincones, saludado como una obra de arte, una pieza única digna de figurar entre los grandes equipos de todos los tiempos y que pusieron a la altura de genios tan ilustres como Beethoven y Picasso, y en el caso de Xavi y a Iniesta al lado de John Lennon y Paul McCartney. Una exageración si se quiere pero que da una idea de hasta qué punto el espectáculo del clásico del 5-0 ha traspasado fronteras.

Miles de niños acudieron a la escuela vestidos de Messi, de Iniesta, de Xavi, de Puyol, de Piqué, de Villa, camisetas que ya han celebrado ocho títulos, una celebración que contrastaba con el silencio que reinaba en Madrid. Desde que José Mourinho asumió la derrota, ni una palabra más. El técnico fue el responsable de que los jugadores no hicieran declaraciones después del partido y prohibió también que se tomaran imágenes en el fúnebre vuelo de regreso, uno de los más dolorosos de la historia blanca.

ALREDEDOR DE ´MOU´ En medio de ese ambiente, ya se escucharon comentarios, cuestionando el planteamiento y, sobre todo, los cambios del técnico. Pero, a diferencia de lo que ocurría con Manuel Pellegrini hace un año, nadie se atreve a lanzar esas críticas a cara descubierta. Florentino Pérez se ha entregado a Mou , Valdano cumple profesionalmente el papel de portavoz, y al club no le queda más que seguir adelante con este proyecto.

Después de las largas disputas que provocó la decisión de jugar el clásico en lunes, la repercusión mediática se multiplicó como nunca. La Gazzetta dello Sport , por ejemplo, dedicó por primera vez la portada y las cinco primeras páginas a un partido de una Liga extranjera. Y lo mismo L´Equipe , que ilustró la portada con una única foto: Xavi señalándose el escudo tras marcar el primer gol. Y así, un sinfín de ejemplos, con el denominador común de la admiración al juego y a la filosofía azulgrana.

En Inglaterra, en la cuna del fútbol, abundaban las reflexiones preguntándose si este equipo, al que The Guardian bautizó como The Orgasm Team , no es ya mejor de la historia. "Igual que viendo a Brasil 70, la hermosa y brutal demolición del Barça al Madrid hará que una generación entera se enamore del fútbol", se podía leer. En su paso por tierras inglesas, Mourinho tampoco dejó muchos amigos y ayer muchos no dejaron pasar la ocasión de ajustar cuentas, como el The Times , que hurgaba en la "humillación" que supone un golpe tan duro para un "narcisista" como él.

En Argentina, algunos fueron más lejos de lo que se atreven incluso los propios culés. En La Nación , por ejemplo, cruzaban una frontera tabú. "La perfección existe. Lo ha demostrado el Barcelona, el mejor equipo que he visto en mi vida. Ya juega para la historia. Pasará mucho tiempo antes de volver a ver un equipo como este. Disfrutémoslo mientras dure".

Pero en la Ciudad Deportiva azulgrana la vida sigue igual. Guardiola llegó a primera hora y uno de los primeros mensajes que lanzó fue que hay que dejar atrás el clásico y pensar en Osasuna. El técnico recurrió otra vez a una de las palabras que han marcado el camino de su equipo: "Ser humildes".