«Hace más de 10 años que se llevaron la colchoneta de pértiga para, supuestamente, cambiarla por otra mejor. Desde entonces no tenemos colchoneta. Tenemos que entrenar en el foso de longitud con las limitaciones y riesgo que conlleva». La frase-queja corresponde a Luis Carretero, director deportivo del Club Atletismo Badajoz, harto de promesas incumplidas y sobreviviendo bajo mínimos --y con muy buenos resultados-- en la capital pacense.

Óscar González Expósito (4.30 metros de marca personal) tiene que trasladarse al Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres porque en La Granadilla todo son obstáculos. «Estamos sacando chicos pertiguistas a duras penas, pero podríamos tener una buena escuela de esta disciplina, como ya tenemos en velocidad, con dos chicos y dos chicas entre los mejores de España», añade Carretero, que pone el ejemplo de Montijo y sus lanzadores de la ‘factoría Antonio Fuentes’.

«Nos hemos reunido con la Fundación Municipal de Deportes y solamente nos dan largas; estamos pendientes de que nos llamen». En el Atletismo Badajoz esperan que se produzca un contacto para tratar de buscar soluciones, pero el problema de la pértiga es uno más: vallas sin traviesas, obstáculos casi inservibles, martillos perdidos, foso de saltos con arena muy dura, sede sin luz... todo un despropósito de instalación que Carretero, también entrenador nacional de atletismo y una de las voces más autorizadas de Extremadura en la materia, no se ha cansado en denunciar, de momento sin éxito.

«En el pasado campeonato de Extremadura el oro y el bronce lo consiguieron dos atletas de Badajoz, que no tienen las mismas posibilidades que uno de Cáceres, Mérida o Villafranca, y aun así se suben al podio», recalca el director deportivo pacense. «En Badajoz entrenamos en unas condiciones desastrosas y poco adecuadas para la ciudad que es», se reafirma Carretero.

Vicente Antúnez es campeón juvenil de España de 400, plata en sub-20; María Vázquez, quinta juvenil en 200 y récord de Extremadura absoluto; David García, mejores marcas nacionales en 80 y 150 metros; Matilde Pineda, quinta en 300 sub-16; Jonathan Gaveta, quinto absoluto en 800; Iván Vázquez, quinto en 100 junior y único extremeño con mínimas absolutas en 100 y 200); o Carmen Mejías, récord de Extremadura de salto de altura siendo aún cadete (y todo ello, sin colchoneta de altura).Son ejemplos de un contrasentido. De éxito sin instalaciones. De frustración, en todo caso.