Ante la mirada atónita de Rafa Benítez, un equipo de la Segunda División borró ayer de la Copa inglesa al Liverpool (1-2), uno de los grandes de la ´Premier´, en una jornada de sobresalto en la que el Chelsea de Avram Grant selló de forma cómoda su pase a cuartos de final tras sacudirse a un modesto Huddersfield.

Se trató de un fracaso inesperado y doloroso para la formación de Anfield. Con el orgullo machacado y un once del que finalmente quedó excluido el ex del Atlético de Madrid, Fernando Torres, recuperado de la lesión en la pierna que sufrió en el partido España-Francia, a la formación de Benítez no le cuadraron las cuentas.

Por su parte, un contundente Manchester United se clasificó para cuartos tras despedazar al Arsenal de Cesc Fábregas, minado a diez hombres con la expulsión del marfileño Emmanuel Eboue, al que castigó con un rotundo 4-0.

Muy previsor y, a cuatro días de su encuentro europeo contra el Lyon en la Liga de Campeones, Sir Alex Ferguson decidió no alinear a su hombre talismán, el portugués Cristiano Ronaldo.