La Juventus se enfrenta a un terrible mal jamás conocido desde que fue fundada en 1897. Jugará por primera vez en su historia en Segunda División. El castigo recibido por las trampas de sus dirigentes le sitúa en una delicadísima posición deportiva y financiera. Acostumbrada a codearse con los mejores, a ser un club comprador y arrogante, ahora deberá desprenderse del mejor activo que tiene, los futbolistas, para sobrevivir. 12 de ellos participaron en el Mundial y 5 son campeones del mundo. También se verán obligados a traspasar el Fiorentina y el Lazio.

En la Juve, sólo Del Piero, símbolo fiel del club turinés, parece que continuará. Pero los demás no quieren sacrificarse en la Serie B. El problema más urgente de la Juve es evitar que los tiburones europeos se lleven todas las mejores piezas de la plantilla. Y tiene muchas, empezando por el portero, Gianluigi Buffon, continuando por los otros tres campeones mundiales (Cannavaro, Zambrotta y Camoranesi) y acabando por los otros siete futbolistas que participaron en el Mundial: los franceses Thuram, Vieira y Trezeguet (23 goles en 32 partidos el año pasado); el sueco Ibrahimovic, el brasileño Emerson, el croata Robert Kovac y el checo Pavel Nedved. El tiburón más voraz es el Madrid. Capello, el primero que huyó de Turín, quiere llevarse a Cannavaro, Zambrotta y Emerson.

"NO HABRA GANGAS" Pero la avidez despertada en el mundo futbolístico de toda Europa por las estrellas de estos equipos es bien conocida por los dirigentes italianos, que ayer señalaron que quien quiera a sus jugadores tendrá que pagar el el "precio justo" y que "nadie venga buscando gangas". Pero a pesar de las palabras de los directivos de Juve, Fiore y Lazio, está claro que jugadores de primer nivel mundial (incluidos varios campeones del mundo), no van a querer pasar por el calvario de la Segunda División, y más con las escasas opciones de subir a Primera en este primer año, ya que todos van a empezar la temporada en números rojos.

El Milán lo va a tener más fácil para retener a sus estrellas, como Kaká, pretendido por el Madrid, aunque Mijatovic seguirá buscando su traspaso.