El alemán Erik Zabel tomó el pulso a la Vuelta y se adjudicó en Cuenca la segunda victoria en la presente edición, lo que le permite igualar la marca del italiano Alessandro Petacchi, después de una jornada supersónica que rondó los 50 kilómetros por hora tras la que sigue líder el español Isidro Nozal.

Zabel anduvo listo a la hora de plantear la estrategia final. Sabía que a 13 kms. había un puerto de tercera que le fundió en 2001 y no quería que le pasara lo mismo. Por lo tanto reservó fuerzas dentro del grupo que perseguía a los españoles David Etxebarría y Santos González, que marchaban escapados, y una vez alcanzados éstos a 500 metros de la llegada arrancó para apuntarse la quinta etapa de su palmarés en la Vuelta Ciclista a España.

El campeón de Alemania, de 33 años, ganó con un tiempo de 3h.14.59, por delante del belga Tom Boonen, un prometedor joven de 22 años que la temporada pasada militaba en el US Postal, y de los españoles Angel Edo y Alejandro Valverde. Así se concretaba la undécima etapa, un viaje entre Utiel y Cuenca que se corrió sin tregua.

El corredor berlinés reconoció que no sabía el número de victorias que ha logrado. "Creo que sobre 180, pero eso lo lleva mi padre, que se dedica a contar mis triunfos. Esta victoria me compensa que no haya ganado en el Tour, porque imponerse a Petacchi es casi imposible y ya le he ganado dos veces", dijo el ciclista del Telekom.

En el tramo final no faltaron las caídas. Los más perjudicados fueron los españoles Manuel Beltrán y Luis Pérez, ya que ambos perdieron 1.02 minutos. A pesar del accidente mantuvieron el tercer y undécimo puestos respectivamente de la general, donde Isidro Nozal sigue al mando con 1.48 sobre su compañero del ONCE Igor González.

La etapa no escribió hazañas para la historia, pero el ritmo fue tan infernal desde el principio que todos aquellos que pensaron en una plácida jornada de transición se marcharon decepcionados al hotel. Hubo que dar pedales, y fuerte, porque desde el banderazo de salida no faltaron los intentos de escapada, y ante el temor de los abanicos los equipos de los favoritos se cuidaron de mantener el orden establecido.

En las dos primeras horas se cubrieron 100 kms., un dato que apuntaba el derrotero de la etapa. Muchos fueron los que intentaron la fuga, pero más los que la evitaron al no verse representados en la misma. En el esprint final, sin Petacchi, Zabel ganó con toda comodidad.