Pavel Ermolinski es, de momento, el último profesional que presenta el Cáceres 2016 para esta temporada 2009-10. El jugador islandés --nacido en Ucrania hace 22 años-- insistió en que se siente "cómodo" como base y quiso borrar cualquier debate sobre si es más un alero --oficialmente mide 2,02-- que un director de juego. "Siempre me he sentido cómodo como base, creo que es mi posición natural", afirmó tajantemente. "Claro que saco partido a mi estatura y envergadura ante mis rivales, aunque también hay que tener en cuenta que suelen ser más rápidos", añadió.

Su entrenador, Manuel Hurtado, le halagó sin tapujos precisamente por esa exuberancia física. "Es un base. Cuando lo ha hecho en otra posición los dos últimos años --en Huelva y La Palma--, fue con mentalidad de director de juego. Para mí es una posición definida. Puede aportar dirección, rebote, robos y una gran educación deportiva. Nos va a dar mucho haciendo valer su altura", indicó.

El técnico no pudo evitar la tentación de compararle con el hombre al que viene a sustituir. "Tomás Bellas tiene un tope más bajo. Creo que Pavel nos va a dar más cosas, sobre todo el visión de juego y en defensa. Tiene un margen de mejora superior por la propia cuestión física y en eso vamos a trabajar", analizó.

ESTAR ARRIBA A Ermolinski le ha pedido su nuevo jefe que sea más agresivo de cara al aro. No quiso fijar un objetivo del Cáceres 2016 para la temporada, pero sí dijo que "está claro" que el equipo "está configurado para estar entre los mejores, pero no basta con juntar a un grupo de buenos jugadores". De momento, lo que está viendo en los entrenamientos le gusta: "hay un espíritu competitivo, buenos profesionales, hay ganas de dar alegrías. Es cuestión de tiempo que lleguemos a conocernos". ¿Conseguirá alguna vez hacer un triple doble ? más de diez en tres categorías estadísticas "Hice muchos en categorías inferiores. Ahora está más difícil, eh", contestó.