Lionel Messi es protagonista por algo más que su arrollador juego y el de su equipo, nuevo líder en solitario de Primera División desde el domingo. El delantero del Barcelona ha levantado numerosas censuras por el escupitajo que le lanzó a Duda, jugador del Málaga, en el transcurso partido del pasado sábado disputado en La Rosaleda. El gesto no fue recogido por el colegiado, Velasco Carballo, en el acta por lo que no resulta sencillo que sea sancionado. Tampoco el Málaga pedirá que se actúe contra el futbolista.

Según recogen diferentes imágenes televisivas, el argentino escupió a Duda sin llegar a impactarle después de que ambos futbolistas mantuvieran un pique dialéctico a raíz de un lance del juego, un balón dividido en el que a punto estuvieron de chocar con violencia.

Al propio entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, no le gustó el salivazo lanzado por su jugador. Aseguró que la acción podría ser fruto de la tensión que se vive durante los partidos, pero desde luego no le agradó. "Intentaremos evitar este tipo de cosas", indicó el técnico barcelonista preguntado ayer por los medios de comunicación.

REACCION MALAGUEÑA Por su parte, el presidente del Málaga, Fernando Sanz, recordó que él sufrió lo mismo cuando era futbolista, cuando el delantero hispano-brasileño Catanha, entonces jugador del Celta, le escupió en un partido disputado en Vigo. "Entonces tampoco me enteré en el juego, sino por imágenes", reconoció.

"Si me entero dentro me hubiese vuelto loco porque me parece lo más asqueroso", subrayó Sanz, quien, por otra parte, matizó que no es "partidario de sancionar a nadie" aunque sí de controlar esos gestos porque "Messi es de los mejores del mundo y hay muchos niños que le ven".