ESPAÑA - 26: Sterbik; Rocas (3), Gurbindo (3), Garabaya (-), Viran Morros (-), Cañellas (1) y Juanín García (5, 1p) --equipo inicial-- Hombrados (ps), Roberto García (1), Maqueda (-), Raúl Entrerríos (1), Chema Rodríguez (-), Alberto Entrerríos (2), Romero (5p), Ugalde (-) y Aguinagalde (5)

ALEMANIA - 24: Bitter; Sprenger (3), Glandorf (4), Haass (2), Hens (2), Gensheimer (4) y Preiss (1) --equipo inicial-- Heinevetter (ps), Pfahl (2), Kraus (2p), Christophersen (-), Kaufmann (-), Klein (2), Roggisch (-) y Heinl (2)

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 2-2, 4-5, 5-7, 8-8, 11-10 y 13-13 (Descanso) 15-15, 17-18, 18-19, 18-21, 23-21 y 26-24 (Final)

La selección española de balonmano logró un importante triunfo (26-24) sobre Alemania, que aclara el camino del equipo español hacia las semifinales, en un disputadísimo encuentro, que se decantó finalmente del lado español, gracias a la efectiva defensa 5-1 con la que afrontó el tramo final.

Le costó al equipo español, al igual que a Alemania, asentarse en el encuentro, la defensa careció de inicio del carácter inexpugnable que mostró ante Túnez, mientras que en ataque, la fluidez fue notablemente mayor que ante los africanos.

Sin embargo, el equipo de Valero Rivero no acaba de tener la claridad necesaria para no vivir pendiente de individualidades como es el caso de Alemania, al que le bastan los cañonazos de Glandorf o Hens para disimular sus deficiencias ofensivas.

Un problema al que se unió la rigurosidad de los colegiados daneses, igualmente quisquillosos para los dos contendientes, que frenaron el ritmo ascendente de la defensa española, la pieza en la que hoy por hoy se sustentan las esperanzas del equipo español.