España, una de las mejores aspirantes a hacer algo importante en un gran torneo mundial o europeo, mantiene también con Iñaki Sáez en el banquillo su velocidad de crucero ya tradicional en las fases de clasificación.

España se caracteriza en los últimos tiempos por superar con suficiencia las fases previas, con algunas excepciones, lógicamente, en las que ha caído eliminada o se lo ha tenido que jugar todo a una carta. El inicio de la actual ronda previa está confirmando esta tendencia ya histórica. Los triunfos ante Grecia (0-2) e Irlanda del Norte (3-0) y el empate en Ucrania (2-2) lo corroboran.

IGUAL QUE EN EL PRECEDENTE

Ha sido un arranque calcado al de los últimos torneos clasificatorios. En el previo para el Mundial de Corea/Japón también comenzó con dos victorias (ante Bosnia, por 1-2, e Israel, 2-0) y un empate (1-1 en Austria), lo mismo que en el del Mundial de Francia (triunfos ante las Feroe, por 2-6, y Eslovaquia, por 4-1, y 0-0 ante la entonces Checoslovaquia).

El mejor inicio de los últimos tiempos se remonta a la fase previa para la Eurocopa de Inglaterra, que comenzó con cuatro triunfos ante Chipre (1-2), Macedonia (0-2), Dinamarca (3-0) y Bélgica (1-4). De hecho, la autoridad con la que está solventando la selección estos trances previos se demuestra en un dato: no pierde en fases clasificatorias desde que salió derrotada en Chipre por 3-2 el 5 de septiembre de 1998. Este resultado y la mala actuación en Francia´98 desembocaron en la marcha del banco de Clemente.

José Antonio Camacho, el sucesor del técnico de Barakaldo, no perdió ni un solo encuentro de fases previas e incluso no salió derrotado hasta el decimotercer partido, un amistoso en el estadio de La Cartuja de Sevilla ante Argentina, por 0-2.

Con Sáez la selección ha disputado siete partidos, tres oficiales y cuatro amistosos. Ha ganado cuatro, dos de ellos de la fase continental, y ha empatado tres, con 14 goles a favor y 4 en contra.