Rusia 69: (23+12+18+16) Holden (7), Samoylenko (-), Kirilenko (21), Khryapa (14), Savrasenko (-) -cinco inicial-, Shabalkin (-), Morgunov (13), Monia (2) y Pashutin (12).

España 81: (20+20+23+18): Calderón (17), Fernández (2), Jiménez (3), Garbajosa (11), Pau Gasol (13) -cinco inicial-, Marc Gasol (-), Reyes (11), Navarro (15), Cabezas (3) y Mumbrú (6).

Arbitros: Pukl (SLO), Sutulovic (MNE) y Lefwerth (SWE). Excluyeron por personales a Khryapa (m.40). Señalaron técnica a Mumbrú (m.16) por protestar una jugada.

Incidencias: Encuentro de la segunda jornada del Grupo E disputado en el Telefónica Arena ante unos 10.000 espectadores. El Príncipe de Asturias presenció el choque acompañado por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.

La selección española sacó el billete para las eliminatorias de cuartos de final del Europeo 2007, billete de primera porque lo selló ante Rusia, uno de los tres equipos que permanecían invictos en el campeonato, y la sitúa a un paso del primer puesto del Grupo E, que es lo mismo que facilitar el resto del camino hacia el oro.

El fragor que estos dos expresos del baloncesto continental desplegaron desde el salto inicial puso en peligro al ala-pívot de los Utah Jazz Andrei Kirilenko, que con 1:46 minutos de partido disputados recibió la segunda personal. Su marcha al banco era forzosa. Buena noticia para los anfitriones, pero David Blatt, el técnico de los exsoviéticos, movió el banquillo con celeridad y acierto.

El dinamismo de España en la retaguardia produce muchas cosas positivas, aunque también provoca riesgos. Victor Khryapa los explotó a la perfección para compensar la salida de Kirilenko.

El base John Robert Holden movió con inteligencia el balón para que el jugador de los Chicago Bulls firmase tres de tres en triples de forma casi consecutiva y respaldado por Nikita Morgunov forzó el primer tiempo muerto de la selección nacional (18-12).

MAQUINA ROJA Pau Gasol replicó. Sumó nueve tantos, los mismos que Khryapa y que Morgunov, en el primer cuarto, que acabó ajustado merced a sendos triples de Jorge Garbajosa y José Manuel Calderón.

También entró en acción Juan Carlos Navarro. Su alegría y descaro lanzaron a España y el marcador cambió de signo (23-25). Un parcial de 0-10 al principio del segundo corte asentó sobre la cancha a la selección (23-30).

Rusia había reducido sus peligros a Morgunov y Kirilenko, pero aún así tuvo arrestos para acercarse a una distancia prudencial y reposar en el descanso sin daños de consideración (35-40). La serie creció hasta un 2-9 (37-49). España, como quería su técnico, jugaba a bloque y a velocidad. Rusia, por primera vez en todo el campeonato, bailaba al son que tocaban otros.

La selección de Pepu Hernández, al revés. Si disfruta, y lleva dos años sin parar de hacerlo, dicta cada segundo de juego. Además, superar a los rusos suponía también cerrar y enmendar definitivamente el traspiés de Croacia en Sevilla.

La fosa de los rusos la abrió definitivamente Alex Mumbrú con un triple frontal a los dos minutos del último cuarto (51-66). La primera derrota de Rusia era un secreto a voces.

Ya sólo quedan dos equipos invictos en el Europeo, Eslovenia y Lituania, ambos en el Grupo F. España puede terminar primera del grupo E mañana si gana a Israel. El equipo huele la proximidad de los metales. Va a más.