No puede decirse que vaya a ser una despedida con todos los honores. Grecia, la sorprendente campeona de Europa de hace cuatro años en Portugal, se volverá a casa después de despachar un partido de trámite contra los suplentes de la selección española, con quienes Luis Aragonés asegura que tiene el mismo nivel de exigencia que con los titulares. La misma jugada que en el tercer partido del último Mundial ante Arabia Saudí, tras lo cual España se la pegó en octavos contra Francia.

El seleccionador español entiende que tomar ese camino no implica en absoluto romper el ritmo de los que clasificaron al equipo para cuartos ni se corre el peligro de rebajar peligrosamente su tensión competitiva con un descanso que la mayoría necesita para estar frescos en el cruce del domingo próximo. Solo Iniesta estará en la formación inicial respecto a los que empezaron contra Suecia. Y ni Villa, actual pichichi del torneo con cuatro tantos, tiene garantizado disfrutar de minutos en el segundo tiempo.

"Por encima de que pudiera hacer un gol, tendrá más partidos para hacerlo y todos los que han jugado tienen necesidad de descansar. Si me pidiera jugar, lo hablaríamos, pero yo sé que no me lo va a pedir", dijo Aragonés antes del último entrenamiento del equipo español, en el que participaron todos, a excepción de Puyol, que se ejercitó suavemente al margen.

DIRECCIONES OPUESTAS Circunstancias periféricas de un partido que enfrenta a dos selecciones que caminan en direcciones opuestas. España puede estar en camino de culminar con éxito su renovación, mientras que Grecia está obligada a acometerla después de haber evidenciado un agotamiento sin vuelta de hoja. No ha marcado por ahora un gol en el campeonato y Otto Rehhagel, que ha sido confirmado en el cargo hasta el Mundial del 2010, tiene manos libres y ha dejado caer que prescindirá en el futuro de la mayoría de jugadores que han venido a Austria.

Cosas del fútbol. El técnico alemán de los griegos se la pega y le dan otra oportunidad. El entrenador español no seguirá ni ganando la Eurocopa. Ambos están a punto de cumplir los 70 años. "Acabo de darle un abrazo y se encuentra formidablemente bien. Yo también y vamos a seguir trabajando. A veces soy tan joven que no entiendo casi nada", afirmó Aragonés, que hoy puede igualar dos récords: el de nueve triunfos consecutivos de la selección española, vigente desde 1920, y el que ostenta Clemente, con 36 victorias.