En medio de un ambiente sosegado, sin el furor de canchas malditas que atosigan e incordian al forastero, Feliciano López y Fernando Verdasco, el doble español de Copa Davis, apresuraron de forma angustiosa y después de casi cinco horas, la llegada de España a las semifinales.

El dúo español superó al alemán formado por Philipp Kohlschreiber y Philipp Petzschner por 6-7 (3), 7-6 (1), 6-4, 2-6 y 12-10 para obtener el 0-3 definitivo que clasifica al equipo español.

Cuatro años después el tenis hispano alcanza una semifinal de la Davis. La anterior fue en el 2004, el año en el que logró su segunda y, hasta ahora, última ´Ensaladera´, lograda en Sevilla al superar a Estados Unidos.

Entonces España rentabilizó un cuadro benévolo, bendecido por la condición de local en casi todo los duelos. A excepción del que jugó ante la República Checa en Brno, superó a adversarios como Holanda, en Palma y Francia, en Alicante. En esta oportunidad, ha sacado adelante dos enfrentamientos a domicilio. Contra Perú en Lima y este de Alemania, en Bremen.

En esta ocasión, la norteña ciudad germana dimitió del devenir tenístico de su país. Es el reflejo de la decepción que vive el tenis alemán, árido de figuras y contrariado por las promesas incumplidas de los herederos de Boris Becker y Michael Stich.

Fue evidente en el partido de dobles. Tras asumir la inferioridad contra España, que cerró la primera sesión con las dos victorias de su lado, Bremen prefirió el fútbol. El tirón de la Bundesliga despobló las gradas.

Cuatro jugadores con poca condición de doblistas dirimieron un duelo eterno, lleno de alternativas. En el que la incertidumbre y la emoción terminó por aplacar el tenis gris que predominó en todo momento.

A España le espera, presumiblemente, Estados Unidos con gran parte de su trayecto andado en la eliminatoria frente a Francia. El cuarteto de Emilio Sánchez Vicario estará de local. Y se pondrá de cara hacia una nueva final y otra ´Ensaladera´.