La selección española juvenil de balonmano tuvo que conformarse con la medalla de plata en el Mundial de la categoría disputado en Georgia, tras caer este domingo por 25-28 ante Francia en la gran final. Una derrota que no puede ensombrecer el excepcional verano del balonmano español tras proclamarse el pasado mes de julio campeón del Mundo júnior en Argelia-

De hecho soñaron con emular a la selección júnior y ceñirse por primera vez la corona mundial de la categoría, pero la irrupción en la segunda mitad del portero Valentin Kieffer y, sobre todo, la espectacular actuación del central Kylian Villedimot, autor de 13 goles, acabaron con el suelo español.

De la mano de Kieffer y Villedimot, el conjunto francés pareció sentenciar definitivamente la contienda mediada la segunda mitad, tras alcanzar una máxima renta de cuatro goles (17-21), una distancia que hubiera hecho claudicar a cualquier equipo, pero no la selección española. Los de Alberto Suárez se agarraron como nunca a la pista y de la mano Pol Valera fueron reduciendo la diferencia, hasta igualar de nuevo la contienda (23-23) a menos de siete minutos para la conclusión. Pero no pudo ser y se terminó cayendo.