La selección española más numerosa de la historia, formada por 88 atletas, cerró los Europeos de Barcelona con ocho medallas y 27 finalistas, el cuarto mejor resultado en la historia de los campeonatos, lo que no impide calificar la actuación española de discreta, sobre todo cuando la previsión del presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, era la de lograr 15 metales.

En el medallero España cedió un puesto, pasando del quinto al sexto, mientras que en la clasificación por puntos el equipo español terminó quinto, por detrás de las grandes potencias europeas, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Alemania.

La última jornada del campeonato sirvió para maquillar la discreta actuación de los españoles. Ayer se lograron cuatro metales, tantos como los conseguidos en los cinco días previos. Ayer volvió a sonar el himno español una vez. Lo hizo por Nuria Fernández, que consiguió el oro en el 1.500, en una final que dio a Natalia Rodríguez la medalla de bronce. Ese mismo metal consiguió José Luis Blanco en el 3.000 obstáculos masculino. Por la mañana, Chema Martínez, el abanderado español en la ceremonia de apertura, consiguió, con 39 años, su tercera medalla europea, la de plata en el maratón. En su historial ya tenía un hora y una plata, ambas en 10.000 metros.

La jornada de clausura supuso una nueva decepción para Ruth Beitia y Mario Pestano, que volvieron a suspender su asignatura pendiente. La atleta cántabra, subcampeona mundial de altura en pista cubierta, llevó a cabo un concurso impecable hasta que se atascó en 1,97 y, condenada al sexto lugar con 1,95, no pudo acceder a la lucha por las medallas.

Con dos medallas (plata y bronce) en Mundiales bajo techo y tres europeas (dos platas y un bronce), Ruth Beitia, de 31 años, confiaba en saldar su cuenta pendiente con las grandes competiciones al aire libre, en las que su mejor resultado fue el quinto puesto del Mundial de Berlín, el año pasado.

Pestano terminó en la misma posición la final de disco, sexto con 64,51 en un concurso dominado por el polaco Piotr Malachowski, subcampeón olímpico y mundial, con un tiro de 68,87. El otro español, Frank Casañas, solo hizo un lanzamiento válido, el segundo, y con una modesta marca de 62,15 acabó undécimo.

La final de longitud tampoco dio nuevas medallas a España. El alicantino Eusebio Cáceres, de 18 años, que el sábado batió el récord de Europa júnior con un salto de 8,27, se quedó en 7,93, octavo, y el campeón de España, Luis Felipe Méliz, undécimo.