Los chicos de oro del baloncesto español llegan hoy rebosantes de confianza al partido de su vida, ése con el que seguramente han soñado en secreto y que difícilmente podrán olvidar. Al grupo encabezado por Gasol, Navarro, Calderón y Felipe Reyes les aguarda hoy al mediodía (13.30 horas) un encuentro cargado de connotaciones frente a Estados Unidos, un equipo plagado de estrellas de la NBA.

Nadie ha arrebatado a EEUU el oro en unos Juegos Olímpicos, desde que se incorporaron a la competición en 1992. Nadie. Es la última frontera en el deporte profesional. Brasil era la referencia en fútbol. Cayó. Holanda lo era en el hockey sobre hierba. Su imbatibilidad es historia. EEUU aún conserva la etiqueta de intocable sobre una cancha de básquet. En Atenas, ese muro infranqueable ha empezado a resquebrajarse y los jugadores españoles parecen en condiciones de derribarlo, en principio.

"Sería un puntazo ganar a EEUU, no sólo a nivel deportivo sino también a nivel de imagen", admitió ayer Pau Gasol, jugador de los Memphis Grizzlies y líder ofensivo del equipo español con 18,2 puntos.

CON DESCARO La empresa que todos ven como un reto excesivamente complicado, el enfrentamiento que hizo torcer el gesto a los dirigentes, porque era el que nadie quería antes de llegar a la capital griega, ha vuelto a poner al descubierto todo el descaro y la frescura de los chicos de oro, que están convencidos en Atenas de que pueden hacer historia. Otros habrían empezado a buscar excusas para prepararse el terreno. Los jugadores españoles, en cambio, parecen crecerse ante el tremendo reto que espera.

"Ahora mismo no tengo miedo a nadie y, aunque los americanos disponen de los mejores, el equipo no va a sufrir", explica el jugador del Barcelona Juan Carlos Navarro. El reciente fichaje del Unicaja Jorge Garbajosa considera que hay que afrontar el partido con "respeto" pero sin miedo. Y algún jugador como Oscar Yebra, dentro del tremendo ambiente de confianza que respira el equipo, se ha soltado más de la cuenta. "Va a ser memorable meterse en semifinales después de calzarnos a los americanos", llegó a afirmar.

No es un estado de euforia, en cualquier caso, el que se respira dentro del equipo español. Todos, empezando por el seleccionador Mario Pesquera, saben de la clase y la potencia física que tienen los estadounidenses, un equipo que, además, dispone de dos líderes: el base de Philadelphia Allen Iverson y el pívot de San Antonio Tim Duncan, que pueden resolver un partido por su cuenta. Duncan lleva 15,2 puntos y 11,2 rebotes por partido en estos Juegos. La media de Iverson es de 13,8 puntos, con un 32% (8 de 25) en tres puntos.

PUNTOS DEBILES En cualquier caso, los técnicos del equipo español también son conscientes de los aspectos que pueden hacer vulnerable al equipo de Larry Brown, y que ya les ha costado dos derrotas: frente a Puerto Rico por 92-73 y frente a Lituania por 94-90. Por encima de todo está su debilidad para afrontar un ataque contra zona.

Los estadounidenses además se han mostrado muy poco consistentes desde la media distancia. Con un 24% de acierto (21 de 89) son de lejos el equipo con peores porcentajes desde la línea de triples frente al 32% de España. "Para ganar será decisivo limitarles el rebote ofensivo, centrarnos en cerrarlo bien y limitar sus tiros cercanos. Hay que obligarles a tirar de lejos", cuenta Gasol sobre las claves tácticas.

El partido, además, le llega al equipo de Pesquera cuando se cumplen 20 años de la gran gesta del baloncesto español: su clasificación para la final de los Juegos de Los Angeles de 1984. Aquel equipo, con jugadores como Epi y Fernando Martín, se vistió de plata y sólo cedió frente al equipo anfitrión, en el que estaba Michael Jordan. Este quiere seguir esa senda. Ya ha vencido a China (campeón de Asia), a Argentina (subcampeón del mundo), a Italia (bronce europeo) y a Serbia (campeón del mundo). EEUU, el campeón olímpico, es su última reválida.