Albert Ramos derrotó al británico Cameron Norrie, por 7-6 (7/4), 2-6, 7-6 (7/4) y 6-2 con muchos problemas para sumar el 3-1 que clasifica a España para los cuartos de final del Grupo Mundial de la Copa Davis. En una dura lucha de 3 horas y 43 minutos, con la tensión típica de esta competición y en una mañana fría, el equipo de Sergi Bruguera alcanzó la 26ª victoria consecutiva en casa, a solo dos ya del récord de Italia.

«Ha sido un partido muy especial, increíble, agradezco al público porque ha sido fundamental», dijo Ramos.

España se enfrentará, del 6 al 8 de abril a Alemania, en territorio español. Los germanos, liderados por Alexander Zverev, se impusieron a Australia a domicilio en el Pat Rafter Arena de Brisbane por 1-3. España y Alemania se han enfrentado en 16 ocasiones, con 10-6 para los germanos, que ganaron la última vez en 2014 en Fráncfort por 4-1.

Sufrimiento es la palabra que mejor define la eliminatoria. Cameron Norrie volvió a actuar con el desparpajo y la naturalidad de quien desafía la derrota con todas sus armas, a pesar de su bajo ránking. Agresivo y sin arrugarse, aunque Ramos se colocó con 4-0 en el primer parcial, Norrie salvó luego dos bolas de set en el octavo juego (una de ellas con doble falta del español) para llegar al desempate después de ocho roturas. En ese juego corto, Ramos pudo imponerse y ganar el primer parcial tras una lucha de 75 minutos.

RUIDOSOS BRITÁNICOS / Los aficionados británicos se hicieron notar entonces más que nunca en la pista Manolo Santana. Menos numerosos que los españoles, pero con mucha más presencia y jolgorio, llevaron en volandas a Norrie, que lejos de bajar los brazos subió de nivel para ganar el segundo set en 34 minutos, a un aturdido Ramos.

El tercer set fue clave. Ramos se colocó con 2-0 pero no supo rentabilizar esa ventaja. Le pesaba al número uno español la responsabilidad de imponerse a un rival al que saca 93 puestos en la lista mundial, y los nervios le atenazaban. Hubo cuatro roturas y se llegó al segundo desempate de la mañana, y ahí Ramos sí logró al fin controlarse, jugar algo más cerca de la línea de fondo para mandar.

Las cuatro horas y un minuto del partido contra Bautista el viernes pesaron entonces en las piernas del británico. Fue entonces cuando ya se percibió que el partido se decantaba para Ramos, que más sonriente dominó luego el cuarto set sin problemas. Dos roturas sirvieron para firmar la victoria, y una dejada para acabar con la voluntad de Norrie, que en Marbella se ha descubierto como un gran batallador.

La nueva regla, que contempla que no haya quinto partido si se llega al 3-1, privó a los aficionados de disfrutar aún más la victoria en las gradas. Ahora toca esperar hasta que se decida la próxima sede contra Alemania en abril, y si Bruguera puede contar para ella con Rafael Nadal.