España cerró este domingo con siete medallas en Belgrado, incluidas tres de oro, los Europeos de piragüismo en la modalidad de sprint y paracanoe que la consolidan entre las potencias continentales, entre 40 países participantes.

Ganaron las tres preseas de oro el K4 500 (Craviotto, Toro, Cooper y Germade), K1 200 (Garrote) y K2 200 (Craviotto-Toro); la de plata el K2 500 (Cooper-Germade), y tres de bronce en la distancia de 1000 en K2 (Cubelos-Peña), C2 (Vallejo-Sieiro) y K4 (Hernanz, Roza, Gorrotxategi y Millán).

14 MILÉSIMAS DE DIFERENCIA

El K4 500 español, integrado por los campeones olímpicos Saúl Craviotto, Cristian Toro y Marcus Cooper y el mundial Rodrigo Germade se impuso a su principal adversario por 14 milésimas y menos de 9 centímetros al final del recorrido de medio kilómetro, en un duelo titánico entre ambas embarcaciones con un final apoteósico de los hispanos.

La tripulación española, con un tiempo de 1 minuto, 18 segundos y 559 centésimas, ejecutó con precisión la estrategia de carrera definida por su técnico, Miguel García, consiguiendo sorprender al equipo germano dominador de esta disciplina en los últimos años .

Los palistas de ambos equipos, exhaustos e inmóviles, se mantuvieron en sus respectivas embarcaciones, una junto a la otra, a la espera de conocer las posiciones oficiales, si bien la provisional dio primero a Alemania. El resultado definitivo lo conocieron cuando ya habían desembarcado en el pantalán del control de pesaje.

CAÍDA AL AGUA

El segundo oro para España llegó con una gran carrera del castellano-manchego Carlos Garrote en K1 200 en la que el palista que dirige Luis Brasero se coronó campeón de Europa. A la meta llegó tan agotado que se cayó al agua nada más rebasar la línea.

Craviotto y Toro, campeones olímpicos de K2 200, añadieron el título europeo a su historial. Los velocistas españoles se mostraron intratables en la segunda parte de la regata. "Estamos super contentos y sabe a gloria", declaró Craviotto.

El balear Marcus Cooper Walz y el gallego Rodrigo Germade subieron al podio en K2 500, con un desenlace tan ajustado que los españoles compartieron la medalla de plata con la pareja rusa Postrygay y Pogreban por decisión de los jueces, con triunfo del barco húngaro.