La selección española de balonmano buscará ante Túnez (19.00 horas, Teledeporte) un puesto entre las ocho mejores del Mundial de Catar en un encuentro de octavos que enfrentará a dos conjuntos con una concepción totalmente distinta del juego.

Mientras que España, la vigente campeona del mundo, apuesta por un estilo más coral, en el que tienen un papel fundamental tanto el pivote como los extremos, Túnez basa su fortaleza en la potencia de una primera línea plagada de acreditados cañoneros .

Una circunstancia que obligará a la defensa española a dar un nuevo paso en la continua progresión que ha mostrado desde el inicio del campeonato para proteger a sus porteros de los durísimos lanzamientos de los jugadores norteafricanos. Violentos latigazos que ya conoce a la perfección el guardameta español Gonzalo Pérez de Vargas, que ya padeció la potencia de fuego de jugadores como los laterales Amine Bannour y Mosbah Sanai en los cuartos de final del Mundial júnior disputado en Grecia en el 2011, en el que Túnez logró la medalla de bronce.

"Son jugadores más de potencia que de colocación. Lanzan a una velocidad altísima y desde cualquier distancia, por lo que habrá que estar muy atentos, porque si no estás rápido cuando quieres reaccionar aunque no sean tiros muy colocados es muy difícil poder detenerlos", comento el joven portero español.

Los de Manolo Cadenas deberán realizar continuas salidas en defensa para evitar cómodas posiciones de lanzamiento, sin descuidar, eso sí, su espalda, donde se mueve a la perfección el veterano pivote Isaam Tej.