Pau Gasol frente a Kobe Bryant. El extremeño José Calderón frente a Chris Bosh. Compañeros de equipo frente a frente. Nadie discute que la carrera por el oro olímpico entre España y Estados Unidos será uno de los atractivos de estos Juegos Olímpicos, a los que ayer se dio el pistoletazo de salida. No habrá que esperar mucho para que las dos selecciones, plagadas de algunas de las estrellas más deslumbrantes que han acudido a Pekín, empiecen a medir sus fuerzas. Será el de 16 de agosto. Pero solo será un toma de contacto. Ya llegará la verdadera batalla. Mientras tanto, los dos equipos se miran de reojo. Desde la distancia. España se estrenará mañana frente a Grecia (08.30 h., La Primera), el rival contra el que jugó la última final del Mundial. Todo un clásico. El equipo estadounidense lo hará frente al anfitrión China (16.15 h., La Primera).

"Todo el mundo está ansioso por entrar en competición y deseando saltar a la cancha. Tenemos que ayudar a los jugadores a controlar sus emociones. Sabemos que el primer día es el más duro", reconoce el seleccionador español Aíto García Reneses, preocupado en controlar todos los detalles y en recuperar los problemás físicos que arrastran Juan Carlos Navarro y Raúl López desde los torneos de preparación. "Tenemos que ir creciendo cada día para intentar estar listos cuando lleguemos a los cuartos de final".

MENSAJES DE MOVIL En estas horas previas al inicio de la competición, los jugadores no han parado de cruzarse piropos. "Forman un gran equipo será uno de los grandes rivales", explica la estrella de los Raptors, Chris Bosh. "No nos asustan sus resultados", dice Calderón, compañero de Bosh en Toronto, acerca de la preparación de los estadounidenses. "Ellos podrían pensar lo mismo de nosotros, porque también hemos ganado los partidos por resultados abultados", apunta el base extremeño, que durante estas últimas semanas no ha parado de cruzar mensajes de texto con Bosh comentando sus resultados. "El me explica que le habían ganado de 20 a Rusia y yo le decía que nosotros habíamos ganado de más. Es una forma que tenemos para picarnos", cuenta el base extremeño.

España y Estados Unidos saben que están condenados a encontrarse, pero que antes habrá un duro camino que recorrer. El grupo B ya es de por sí un reto de altura. Ganarse una plaza para los cuartos de final supondrá todo un desafío. "Es un grupo durísimo. El primer objetivo será lograr estar entre los cuatro primeros", dice el técnico español, mucho más prudente en todas sus apreciaciones que los jugadores. "Tenemos que ir a buscar el primer puesto", postula José Manuel Calderón.

"Estoy realmente ilusionado por jugar aquí. No imaginaba que el ambiente en la villa iba a ser tan increíble y resulta extraño compartir comida con deportistas de deportes tan diferentes", cuenta Marc Gasol, cuya evolución como jugador esta temporada es otro de los puntos que alimentan la esperanza del equipo español de pelear por las medallas e incluso poder luchar con Estados Unidos por lograr el oro olímpico.

PRECAUCION En cualquier caso, todos los miembros del equipo español se muestran muy precavidos a la hora de hacer cualquier tipo de análisis. Grecia, que logró su plaza para Pekín arrasando en el Preolímpico que se jugó en su país, es uno de los rivales más complicados con los que puede cruzarse en estos Juegos. No solo fue su rival en la final del último Mundial, donde ganó España, sino que estuvo a punto de apartarla de la final del pasado Europeo de Madrid en semifinales. "Es un rival que tiene mucho talento. Solo hay que ver su línea de jugadores exteriores con Diamantidis, Papaloukas, Spanoulis y que también cuenta con pívots que juegan por fuera, muy difíciles de defender", explicaba Aíto. "Será un equipo muy complicado y con pívot muy duro como Schortsanitis al que habrá que defender con dureza", admitió Marc Gasol.