Nunca, ni en tiempos de parejas ilustres como Bahamontes y Julio Jiménez, Ocaña y Fuente, Induráin y Delgado, había llegado el Tour a su recta final con tantos corredores españoles aspirando a vestir de amarillo en París. Esta tarde, cuando los 166 supervivientes de la ronda francesa empiecen a tomar la salida en la contrarreloj en orden inverso a la general, habrá que esperar mucho para ver a algunos, pues 7 de los primeros 15 clasificados son españoles: Haimar Zubeldia (15º), Oscar Pereiro (13º), Mikel Astarloza (10º) y, sobre todo, Carlos Sastre (6º), Alberto Contador (5º), Iban Mayo (3º) y Alejandro Valverde (2º). Un póquer de ases separados por poco más de un minuto, que insufla aliento a un deporte que otros, inexplicablemente, tratan de rematar.

Para ellos, como para sus rivales, ha llegado la hora de la verdad. Para los que han salido vivos de los Alpes, de las caídas y de las emboscadas, hoy empieza a decidirse todo. Primero, en la primera cronometrada larga; después, en tres etapas pirenaicas en las que se concentra más dureza que en los Alpes.

KL DEN, FAVORITO HOY Andreas Klöden parte como favorito para adjudicarse hoy la contrarreloj: 54 kilómetros con inicio y final en Albi. El alemán --al que ahora le duele una rodilla-- demostró en las últimas etapas alpinas estar recuperado de la fisura de coxis que se produjo en una caída en la primera semana de carrera y en el prólogo de Londres, ya demostró de lo que es capaz siendo el mejor de los favoritos. Allí Contador rindió por encima de lo esperado, de ahí que se espere mucho de él. "Son muchos kilómetros. Llevar cuatro kilómetros rodando a tope y pasar por la pancarta de 50 a meta es muy duro", advirtió el de Pinto tras recoger el maillot de mejor joven. "Hay gente que es más favorita que yo. Espero que haya algún repecho y que no haga mucho calor", suplicó. Ayer las temperaturas dieron una tregua al pelotón.

SEGUNDA DE BOONEN En la etapa de ayer, el belga Tom Boonen se impuso por segunda vez al esprint en esta edición. El corredor del Quickstep impuso su punta de velocidad en la línea de meta de la duodécima etapa, disputada entre Montpellier y Castres. A un kilómetro de meta se abortó la escapada del español Amets Txurruka, del Euskaltel, y del francés Pierrick Fedrigo.