CACEREÑO - 2: Vargas; Salva, Gonzalo, Zamora (min. 64, Toto) , Toni; Raúl Medina, Elías Molina; Elías Pérez, Aarón (min. 64, Kofi), Valverde (min. 72, Pablo Gállego); Plata.

GRANADA B - 0: Dimitrievski, Alex Carmona (min. 64, Corozo), Toni Medina, Luis Lozano, Morante, Adolfo (min. 71, Jafar), Nico (min. 71, Luizinho), Uche, Cuero, Boateng, Mercado.

GOLES: 1-0: minuto 63, Plata. 2-0: minuto 75, Toni.

ARBITRO: Domínguez Zapatero (C. Castilla y León). Amonestó a los locales Plata, Elías Pérez, Gonzalo y Kofi; y a los visitantes Alex Carmona, Morante y Dimitrievski.

Cuando no hay nada de nada, cuando el espectador empieza a rendirse a la evidencia de que en esta ocasión tampoco toca divertirse, que este cuento ya se lo conoce, entonces, en ese momento, surge lo inesperado. Si piensan en un futbolista que coge el balón en su campo, casi sobre su área, y se lanza hacia la portería contraria, sorteando a los rivales, deshaciéndose del que le agarra, manteniéndose en pie cuando le zancadillean y pasando la pelota casi desde el suelo para que sea un compañero el que remate la jugada, seguro que piensan en alguna megaestrella . Pero no, al menos no en esta ocasión. Ayer ese traje se lo puso Carlos Valverde, que con una de esas jugadas para recordar despertó a un Cacereño aletargado que acabó prolongando su racha ante el Granada B (2-0).

El autor del primer tanto de los verdes fue Plata, pero el 99% fue Valverde. Después, Toni, ayudado por un desacertado portero nazarí, dio tranquilidad a los locales con un gol de falta directa.

Que en el fútbol dominan las sensaciones ya no hay duda. Sin grandes cambios, salvo el de Angel Marcos por Aitor Bidaurrázaga, el conjunto verde ha dado un giro de 180 grados. Ahora aguanta cualquier chaparrón, no se descompone ante el primer aviso serio del rival. Durante muchos minutos contuvo al Granada B que, salvo en el primer cuarto de hora de la segunda parte, tampoco dio sensación alguna de peligro.

POCAS OCASIONES En un partido insulso, donde Marcos puso a Salva en el lateral derecho, hizo debutar a Zamora en el eje de la zaga y recuperó a Plata para el ataque (su lesión de un mes se ha quedado al final en nueve días de descanso), los minutos pasaban sin que ocurriera nada. El guión parecía no molestar a los locales, más concentrados en maniatar a los granadinos que en atacar. Hubo algún amago de contrataque, pero nada serio. En 45 minutos, apenas un ¿disparo? a puerta, en el último suspiro, un cabezazo bombeado que Dimitrievski retuvo sin mayor complicación. Antes, tres lanzamientos lejanos (Elías Pérez dos y uno Valverde) y muy desviados.

SERIEDAD DEFENSIVA Cierto es que Vargas tampoco tuvo trabajo ante un equipo que había marcado en sus diez partidos anteriores. Si de algo puede presumir este renacido Cacereño es de su seriedad defensiva y aunque hubo un par de sustos, nada que después tuviera que lamentar.

El paso por los vestuarios sentó mejor a los granadinos. Mucho mejor situados en la tabla, salieron dispuestos a mostrar esa diferencia sobre el terreno de juego. Y casi lo consiguen. Como un vendaval, en los primeros minutos del segundo tiempo se lanzaron sobre la portería de Vargas. Y ahí surgió Valverde, que hizo lo que más le gusta, coger el balón y lanzarse a la portería rival. Nadie, y le hicieron falta al menos en dos ocasiones, fue capaz de pararlo. Ya en el área rival paso la pelota a Elías Pérez (sobre el que posiblemente cometieron penalti), pero llegó a Plata, que no perdonó.

El Granada desapareció. Ya no era rival. Toni lo confirmó haciendo el segundo gol de falta tras una cantada del meta nazarí. El objetivo estaba conseguido. No fue un buen partido, pero no está la situación para florituras. Hay que puntuar como sea y a ello está encomendado el Cacereño, que de momento cumple: siete puntos de doce desde que Marcos tomó las riendas (cuatro partidos), uno más que en los diez encuentros anteriores.

La victoria no sirve para salir de la última posición, algo que recalcó Marcos tras el encuentro, pero confirma el cambio de tendencia de un equipo que ahora sí parece demostrar su capacidad para escapar del peligro. Rearmado de moral, ahora le toca visitar al líder, el UCAM Murcia.