--Se acabó su tercer año en la NBA, ¿cuál es su balance?

--Muy bueno, positivo. Personalmente era un año complicado porque acababa contrato y tenía que demostrar que podía jugar aquí lo mejor posible. La espinita es que como equipo hemos perdido dos años seguidos en la primera ronda de play-off y creo que éramos mejores que los otros equipos. Es algo que tenemos que mejorar.

--Precisamente hablando de su futuro, está toda la afición pendiente de cuándo va a poder participar en la selección española...

--El problema es que la NBA es un poco diferente y hasta el 1 de julio no puedo negociar con nadie. Entonces, no es que nadie me prohiba jugar o entrenar con la selección española, porque en realidad en ese momento no voy a tener contrato con ningún equipo. Pero, claro, tango que prevenir cualquier lesión que me pueda impedir firmar un contrato.

--Además antes de los Juegos Olímpicos hay dos citas de la selección española en Extremadura que seguro que son muy importantes para usted...

--Sí. Son muy especiales y por ello me gustaría que todo estuviera arreglado para poder jugar esos dos partidos en Cáceres y Badajoz.

--Siguiendo con Extremadura, continúa siendo la imagen más internacional de la región. ¿Qué supone esto para usted?

--Es un orgullo. Estoy encantado. Soy extremeño y lo digo por donde voy, colaborara o no con Marca Extremadura. Para mí Extremadura es importante, es de donde soy, es mi casa y estoy muy a gusto aquí. Entonces poder estar por ahí, conocer a gente y hablarle de Extremadura para mí es algo encantador.

--El baloncesto extremeño está renaciendo, y Calderón quiere estar apoyándolo...

--Por supuesto. Ojalá pueda estar con ellos en Cáceres ese fin de semana, porque eso significará que han pasado a la final four. Y una vez en Cáceres, todo es un poco más fácil cuando juegas en casa.

--¿Es el Campus Calderón el mejor de España?

--Por supuesto, tanto la gente que trabaja en él como las instalaciones son muy buenas.