El dirigente-récord se va. Después de 32 años como máximo mandatario de la Federación Extremeña de Fútbol, Juan Espino Navia oficializado ayer su dimisión y dejó paso a una comisión gestora coordinada por Santiago Poves que preparará las nuevas elecciones el próximo año. "Me quedo con el afecto y el respeto de toda la gente del fútbol extremeño", afirmó ayer a este diario, aún con el shock de abandonar un puesto que nunca tuvo rival para renovar cada cuatro años.

El adiós de Espino estaba anunciado desde que en el 2004 inició un nuevo mandato. Entonces afirmó que quería culminar algunos proyectos federativos y a mitad de la legislatura abandonaría. "Ha sido más de la mitad de mi vida, pero es una etapa que ya ha pasado y no dejaré de estar algo vinculado al fútbol, como es lógico", asegura.

ELITE Y BASE El doctor almendralejense ocupó el puesto dejado por Jesús Carrillo Lumpié en 1975 después de haber sido presidente del Extremadura. En estas más de tres décadas el fútbol regional se ha transformado tan drásticamente como la sociedad. La multiplicación de instalaciones es su legado, aunque se marcha en un momento bajo de la élite. "Lo que está ocurriendo ahora no es real. Si una vez conseguimos tener fútbol de Primera División, podemos volver a hacerlo", apunta.

Bajo su mandato también hubo tres históricas visitas de la selección nacional absoluta, así como muchas de las de categorías inferiores, consecuencia de su influjo durante más de quince años como vicepresidente de la Federación Española. Sin embargo, él prefiere quedarse con el aumento de competiciones regionales y la evolución en el número de equipos y licencias.

¿Y el futuro? Espino apuesta por una candidatura de consenso, para la que ya algunos notables se han postulado en privado. "Es lo bueno del fútbol, que reúne a gente de distintas ideologías. Lo lógico es que siga habiendo unión", apostilla.