El Cacereño apuraba anoche sus últimas opciones para añadir algún fichaje más a los de Marcos Gallego y Diego Morgado. El club se ha visto obligado a esprintar en el mercado de invierno tras el traspaso de Enrique al Cádiz y le urge conseguir un jugador que pueda desequilibrar en la banda derecha del ataque.

LOS JOVENES Ismael Díaz reconocía al filo de cerrarse el plazo de inscripción que no había nada seguro y que las gestiones iban "muy apuradas" en el plano burocrático y en el de la propia negociación con los futbolistas que interesan. El entrenador-director deportivo ya se había movido por el mercado en previsión de que la operación de Enrique finalmente fructificase, aunque ayer mismo defendía su teoría de que los jugadores que llegan desde la cantera --citó a Tete y Guillén, debutante en Canarias el domingo-- pueden suplirle perfectamente.

Por la mañana, el club presentó a Marcos Gallego, el mediocentro "más ofensivo que defensivo", según sus palabras, que llega cedido del Sevilla B, donde esta temporada sólo había jugado tres partidos. Según argumentó Ismael Díaz, su incorporación está justificada por la marcha de Luisma al Sporting Villanueva. "No viene como salvador, sino a aportar su trabajo al grupo", resumió el técnico, que valoró sobre todo "el hambre de éxito" que tiene su nueva incorporación. El 15 de febrero cumplirá 21 años.

Gallego dijo efectivamente llegar "con muchas ganas" y habló casi más de Joaquín, el delantero verde, que de sí mismo. Ambos coincidieron en el filial sevillista. "El me ha hablado bien del equipo y del ambiente que hay. Me gustaba la idea de venir a Cáceres. Me entiendo bien con él y cuando marque más goles tendrá más confianza. Es cuestión de rachas", afirmó. Internacional en categorías inferiores, llega "sin ritmo de partidos", pero dispuesto a entrar en las alineaciones lo antes posible. "No me asusta la competición. En el Sevilla B me pasaba casi igual. Es más bien una motivación. Yo estoy aquí para lo que decida el míster ", explicó.