Dolido, muy dolido. Así está Gustavo Aranzana, entrenador del Cáceres 2016, después de la derrota en la Copa de Extremadura ante el Plasencia (71-73) en la noche del lunes. Los problemas físicos y el arbitraje son los dos aspectos clave que el vallisoletano destacó, que sin tiempo para lamentarse demasiado prepara el partido de mañana ante el Clínicas Rincón en Miajadas (20.00 hs.), en el que sí podrá estar Ryan Humphrey, que se perdió el final del choque simplemente por unos calambres.

En cuanto al primero, Aranzana fue claro y aseguró que su equipo "estaba totalmente agotado" en el último cuarto, en el que se dejaron ir la ventaja que "habíamos conseguido con mucho trabajo". "Cuando nos hemos cansado nos hemos quedado sin aire, hemos dejado de pensar y nos bloqueamos, porque no es normal lo que fallamos", aseveró.

Si la primera clave del partido es interna y Aranzana explicó que la analizará, la segunda es externa y dejó mosqueado al técnico del Cáceres: el arbitraje. El técnico no se mordió la lengua y lo calificó de "político". "El reglamento no se puede aplicar según sea un equipo de una categoría u otra. Es imposible que nosotros tiremos 14 tiros libres y el Plasencia 33; me da igual, el imposible que haya 20 tiros libres de diferencia", se quejó para añadir que esa no es la forma de equilibrar el juego.

"Golpear en un sitio es falta y en otro también, porque aplicar criterios distintos es una locura", continuó. Como ejemplo puso las tres faltas seguidas que le pitaron a Humphrey, a quien los árbitros le dijeron, según Aranzana, "que no sabe bloquear". "Es la primera vez en su carrera que le pitan tres faltas seguidas", dijo incrédulo.

Semana clave

El Cáceres está inmerso en la semana clave de su preparación para llegar lo mejor posible a su debut liguero el 1 de octubre en la cancha del Lleida. "Espero que lleguemos", dijo el técnico, que explicó que en los tres partidos que disputarán esta semana (Clínicas Rincón mañana y el viernes y el sábado en el Torneo Internacional de Lisboa) tienen que "activarse, coger velocidad, reacción y mejorar en ataque". El objetivo debe ser hacer que al equipo le llegue el oxígeno hasta el final de los partidos y para ello Aranzana solo pide "paciencia y tranquilidad". Casi nada.