El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol acordó ayer sancionar al Sporting de Gijón con un partido de clausura del estadio de El Molinón tras los incidentes acaecidos el pasado 9 de febrero durante el encuentro ante el Numancia.

Durante la disputa del partido el portero visitante Luis García trató de entregar al árbitro una barra que había sido arrojada al terreno de juego.

Varios jugadores del Sporting trataron de impedírselo, lo que provocó el enfrentamiento entre todos los jugadores, suplentes incluidos, el amago de varios espectadores de saltar al campo y el lanzamiento al césped de una navaja, lo que obligó a la intervención de la policía y la seguridad privada del campo.

En los incidentes también intervino un grupo de espectadores situados tras el banquillo visitante, que lanzó botellines de agua que fueron de nuevo arrojados a la grada por los suplentes del Numancia. Tras casi cien años de historia, El Molinón se enfrenta a su primera clausura.

LAS ALEGACIONES

El club asturiano había enviado nuevas alegaciones al comité con la intención de que el campo no fuese clausurado finalmente, algo que se intuía como muy complicado a la vista de la línea seguida en los últimos meses con casos como el del Camp Nou. Pretendía contradecir con vídeosla redacción del acta del árbitro Velasco Carballo, en la que no recoge lo que se estima como una "provocación" del portero suplente del Numancia, Alvaro Núñez, quien arrojó agua y una botella al público, y en el que afirma que un guarda de seguridad zancadilleó al jugador del Numancia Fagiani.