Barcelona y Real Madrid intercambian los papeles de hace un año en el primer clásico del curso, el que acoge el Camp Nou (16.15 horas) con las primeras urgencias azulgranas de la temporada, a seis puntos de distancia, conscientes de que un triunfo madridista asestaría un golpe a la Liga cuando todavía no se ha llegado a mitad de campeonato.

Los seis puntos de ventaja con los que hace un año llegaba al Barça al Bernabéu, han cambiado a favor de un Madrid que visita al Camp Nou lanzado en su moral, con el deseo de aprovechar la ocasión de alejar a su gran rival y ampliar la racha sin perder con Zidane al mando, 32 partidos invicto.

Estados de animo diferentes tras los dos últimos empates del Barça ante el Málaga en el Camp Nou (0-0) y la Real Sociedad en Anoeta (1-1), que le han descolgado de su eterno rival y le obliga ganar el clásico si desea recuperar parte del terreno perdido.

LA VUELTA DE INIESTA / Los de Luis Enrique no han tenido un buen mes de noviembre. El equipo ha estado espeso en muchos partidos, sin su frescura habitual para presionar tras pérdida y acechar constantemente el área rival. Ha perdido poder realizador y creatividad en un centro del campo donde ha añorado la figura de Iniesta quien, tras seis semanas de baja, podría regresar al once titular.

La de Iniesta, que el ayer recibió el alta médica, será la principal novedad de un equipo al que también podría regresar Umtiti, como pareja de Piqué en el eje de la defensa. El resto del equipo será el habitual, empezando Ter Stegen en portería y la MNS (Messi-Neymar-Suárez) en ataque.

Mientras, el Madrid huye del exceso de confianza que le permite encarar el clásico con seis puntos de ventaja y Zidane ha mentalizado a sus jugadores de la necesidad de jugar con la misma actitud que en el Calderón (0-3) para, tras alejar al Atlético, repetir con el Barça y poner tierra de por medio difícil de recuperar.

Zidane se doctoró en el Camp Nou con el triunfo del último precedente y regresa sin sentir tener la clave que desmonte a un Barcelona que respeta al máximo. Mantendrá su valentía, sin lamentar bajas de la importancia de Kroos y Bale, y repitiendo el dibujo táctico del Calderón, un 4-2-3-1 con libertad en la media punta para Isco.

Es la gran duda que no despejará Zidane hasta el final. Lo tiene decidido pero hasta poco antes de que la pelota comienza a rodar no se sabrá si apuesta por la contención con Casemiro o la fantasía con Isco. El centrocampista brasileño está para jugar. Reapareció el miércoles en Copa tras dos meses y medio fuera de los terrenos de juego. Su físico es la incógnita a despejar en un duelo de alta intensidad.

Con sus titulares descansados por no participar en Copa, gracias a la eliminatoria sentenciada en la ida ante la Cultural, el Madrid llegará lanzado físicamente al Camp Nou. Con Keylor Navas con el difícil objetivo de dejar a cero su portería tras haberlo conseguido en solo dos ocasiones este curso y una defensa con Carvajal y Marcelo en los laterales más Sergio Ramos y Varane en el centro.

Modric completaría el doble pivote, Lucas daría equilibrio con su trabajo defensivo y los goles dependerán de dos jugadores enchufados ante el Barça: Benzema y Cristiano Ronaldo. El francés necesita brillar y silenciar la crítica. El portugués llega en racha.

ATLÉTICO-ESPANYOL / Después del clásico jugará el Atlético ante el Espanyol (20.45). Los rojiblancos necesitan gana sí o sí independientemente de lo que suceda en el Camp Nou. A nueve puntos del Madrid y a tres del Barça, la visita el Espanyol puede ser una buena oportunidad para recortar la distancia con uno de los dos o incluso con ambos. Además, también se juega hoy el Granada-Sevilla (13.00) y el Leganés-Villarreal (18.30).