Sebastian Vettel (Ferrari) se impuso en el Gran Premio de Mónaco gracias a una estrategia acertada: pasar por talleres lo más tarde posible y acelerar cuando lo hacía su compañero Kimi Raikkonen, en un día feliz para Ferrari, que no ganaba en Mónaco desde 2001.

La estrategia le dio el triunfo al tetracampeón alemán, que hace aún más sólido su liderazgo del Mundial al sumar 129 puntos y distanciar en 25 a Lewis Hamilton (Mercedes), quien se dedicó a minimizar daños al remontar del decimotercer lugar de salida al séptimo.

No pudo acabar más arriba Hamilton porque guardó como oro en paño su sexto lugar un sobresaliente Carlos Sainz (Toro Rosso), en un gran fin de semana del español que supo conservar ese sexto lugar obtenido en la clasificación y defendiendo con uñas y dientes su lugar en las últimas once vueltas, cuando sentía el aliento del tricampeón británico de Mercedes sobre su nuca.

Sensación completamente opuesta la que le queda a Raikkonen, que obtuvo el segundo puesto más amargo que podía imaginar el finlandés.

‘Iceman’ salió de forma impecable, conservó su liderazgo y abrió hueco junto a Vettel respecto al resto de rivales, pero fue llamado a cambiar neumáticos para contestar a Valtteri Bottas (Mercedes), que iba tercero, y ese movimiento le condenó, ya que dejó a Vettel ganar una distancia a la postre definitiva.

El paso por talleres adelantado le salió tan mal a Raikkonen como a Bottas y a Max Verstappen (Red Bull), superados ambos por Daniel Ricciardo (Red Bull) que siguió el ejemplo de Vettel retrasando su parada y tuvo como sabroso premio el tercer lugar del podio.

Completaron la zona de puntos tras Hamilton Romain Grosjean (Haas), Felipe Massa (Williams) y Kevin Magnussen (Renault); beneficiados por los abandonos Sergio Pérez (Force India) y Kvyat (Toro Rosso) por un toque de sus monoplazas en las últimas vueltas.

ACCIDENTE SIN CONSECUENCIAS / El susto del día tuvo como protagonista a Pascal Wehrlein (Sauber), quien sufrió un aparatoso accidente en la vuelta 60 al recibir un toque de Jenson Button (McLaren-Honda) que le envió directo contra el muro justo antes del túnel, lo que dejó su monoplaza volcado sobre el eje lateral izquierdo. Afortunadamente, el piloto alemán salió por su propio pie del monoplaza y en aparente buen estado físico.

Un mal fin de semana para McLaren-Honda, que vio la retirada de sus dos pilotos, Stoffel Vandoorme que se quedó parado cuando circulaba en zona de puntos, y Button, al romper el eje delantero tras tocar a Wehrlein.

Las hostilidades en cabeza fueron desatadas por el equipo Red Bull, lanzando al holandés Max Verstappen a cambiar neumáticos en la vuelta 33 con el objetivo de adelantar a Bottas, que fue a los talleres acto seguido para defender su plaza de podio, con éxito porque salió por delante del niño prodigio de Red Bull.

El siguiente en parar era el líder Raikkonen, en el giro siguiente, lo que dejaba a Vettel primero y haciendo vueltas rápidas, seguido por Ricciardo y con el finlandés tercero al reintegrarse a la carrera. Ese momento se demostraría crucial después, ya que fue cuando Vettel cimentó la ventaja ganadora.

Ricciardo iba a los talleres en la vuelta 38, y Vettel en la siguiente con el objetivo de salir por delante de Raikkonen tras el paso por talleres.

Lo logró el alemán gracias a la rapidez de sus mecánicos y a la diferencia que se había trabajado él mismo, por lo que al salir del taller lo hizo justo antes de que pasara Raikkonen, en un movimiento magistral para el teutón y perjudicial para el finlandés.

Por delante, Vettel, que saca 25 puntos a Hamilton en la clasificación del Mundial (129 a 104) festejaba tras ver la bandera a cuadros y el equipo Ferrari lo hacía también al firmar los dos primeros lugares del podio de Mónaco, un circuito donde no ganaba un piloto de la escudería del ‘cavallino rampante’ desde 2001, cuando triunfó el mítico Michael Schumacher.