Alberto García, medalla de plata en la prueba de 3.000 metros, reconoció la superioridad "del mejor Gebre, no el de 1999, sino el bueno", y aseguró que había hecho todo lo que pudo en busca de la victoria.

"No diréis que no lo he intentado", comentó. "Iba muy bien detrás de Gebre. Lo único que no ha salido bien es que he sido yo quien he tenido que tirar para eliminar a gente, porque con un grupo tan numeroso corría el riesgo que perder la medalla".

García se mostró convencido de que había luchado "por ser campeón del mundo", pero reconoció que el etíope "sigue siendo el número uno y además estaba en forma".

"Yo he venido aquí al cien por cien y me voy con buen sabor de boca porque le he hecho correr a Gebre y he estado toda la última vuelta con él. Esto me va a dar mucha moral para los Mundiales de París", declaró.

Alberto García subrayó el buen momento del fondo español: "he oído a Jesús España decir que estaba cabreado y yo creía que había quedado noveno, pero ha quedado cuarto. Eso demuestra que ya no nos conformamos con nada".

EN 800 METROS FEMENINO

La vallisoletana Mayte Martínez, medallista de bronce en 800 metros, afirmó que de no haber tenido el tropezón, "la plata hubiera estado cerca".

"El 800 es una carrera muy táctica y pasan estas cosas, pero me ha pegado un golpe que me ha dejado la pierna temblando, ¡la madre que la parió!", comentó tras la carrera en tono jocoso la plusmarquista.

"He rezado mucho", añadió, "para que no me ocurriera de lo los Europeos de Viena (fue cuarta) y estoy muy contenta con este tercer puesto porque hubo un momento en la carrera en que pensé que me quedaba cerrada, y eso que iba con fuerza".

La medalla de bronce en los Mundiales constituye para Martínez "la confirmación de lo bueno que tuvo el año pasado, en el que entrené duro".

"La carrera iba a salir rápido y mi intención era aguantar hasta el final. Todo el mundo estaba bien, con ganas de medalla, pero en un campeonato y a ritmos no demasiado elevados, yo soy muy peligrosa. Ahora, si salen a ritmo de 1:54 no tengo nada que hacer", reconoció.

El sevillano Antonio Reina, cuarto en la final de 800 metros, reconoció que en el momento de la ruptura se quedó "sin fuerzas".